TOLUCA. En el Estado de México se generan 35 metros cúbicos por segundo de aguas residuales, sin embargo, sólo son tratadas 32 por ciento, equivalente a 11.2 metros cúbicos por segundo, de acuerdo con información de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM).
Las aguas tratadas son regresadas a cauces y barrancas de carácter federal o destinadas al riego de cultivo, lo que permite mejorar la sustentabilidad de los cuerpos de agua.
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Pese al trabajo exhaustivo que realizan las autoridades estatales para tratar las aguas residuales, en ocasiones el líquido que es regresado a ríos y barrancas puede volverse a contaminar aguas abajo, sobre todo cuando hay descargas industriales.
“En donde haya una planta de tratamiento se hace la limpieza, se depura el agua y se devuelve al cauce, el problema es lo que ocurre aguas debajo de donde está la planta, es decir, si aguas abajo hubiese un conjunto habitacional o zona industrial que no tiene una planta de tratamiento, evidentemente y al echar agua cruda al cauce se volverá a contaminar”, informó el titular de la CAEM, Alfredo Pérez Guzmán.
La recarga de acuíferos ocurre por dos vías: el aprovechamiento del agua de lluvias o dejando de extraer el líquido de los cuerpos de agua, a efecto de que se realice el proceso natural de recuperación.
La CAEM señala que en la entidad existen 230 plantas tratadoras de aguas residuales, de las cuales 200 pertenecen a la iniciativa privada y 30 están a su cargo; en suma garantizan la oferta de 47.5 metros cúbicos de agua potable por segundo a 17.5 millones de mexiquenses.
Debido a su densidad demográfica, el Valle de México tiene el 80 por ciento de plantas residuales de la entidad; el Valle de Toluca concentra el otro 20 por ciento, sin embargo, este porcentaje podría variar al final de la administración estatal, pues entre los objetivos marcados es contar con 41 plantas, es decir, 11 más que en la actualidad, informó Pérez Guzmán.
Del total de aguas residuales generadas en las viviendas mexiquenses únicamente llegan a los sistemas de recolección y tratamiento un 20 por ciento, pues otro porcentaje se pierde en evaporizaciones y usos diversos.
En el caso de las aguas residuales industriales, algunas plantas de la iniciativa privada realizan el proceso. Para el caso del Valle de Toluca la encargada es la empresa Operagua.
SUSTENTABILIDAD
Para incrementar el porcentaje del tratamiento de aguas residuales es necesario que las autoridades promuevan en las viviendas la instalación de este tipo de sistemas, lo que minimizará el consumo, indicó el biólogo José Antonio de la Cruz Hernández.
La instalación de plantas hechizas o semiprofesionales de tratamiento de aguas individuales o por conjunto de viviendas podría costar entre mil y 15 mil pesos, según el tipo de material con el que sean fabricadas. De esta forma, y con la promoción de la cultura del cuidado del agua, podría garantizarse una disminución en el consumo de agua, lo que a la larga se podría disminuir la sobreexplotación del acuífero de valle de Toluca, el cual tiene presencia en 25 municipios mexiquenses.
Datos del Comité Técnico de Aguas Subterráneas precisan que del acuífero del Valle de Toluca se extraen cerca de 430 millones de metros cúbicos de agua, de los cuales 30 por ciento es destinado para uso agrícola, industrial y de servicios, mientras que 70 por ciento se ocupa en las zonas urbanas, de esta cantidad, 30 por ciento va hacia la Ciudad de México.
“Las empresas que contaminan el agua están obligadas a cumplir con su sistema de tratamiento de aguas, la ley lo marca; tienen la obligación de verter agua tratada y en todo caso las aguas no se vierten directamente a los cauces, deben ser vertidas en el suelo donde exista vegetación por la cual pueda ser purificada”, manifestó en su oportunidad el ingeniero forestal, Fabián Gerardo Moya García.