PARIS, Francia - La Unión Europea (UE) le reiteró ayer en Bruselas al primer ministro israelí Benyamin Netanyahu que ninguno de sus 28 miembros desplazará sus embajadas a Jerusalén, como anunció la semana pasada Estados Unidos.
La italiana Federica Mogherini, Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, reafirmó la posición del bloque al recibir al jefe del gobierno israelí, pero aseguró que continuará trabajando con Washington para tratar de reactivar las negociaciones de paz y avanzar en la solución de dos Estados.
Su posición significó un claro rechazo de la afirmación formulada instantes antes por Netanyahu en la conferencia de prensa conjunta cuando afirmó: “Creo que todos o la mayor parte de los países europeos trasladarán sus embajadas a Jerusalén y reconocerán que es la capital de Israel”.
"Netanyahu mencionó varias veces que espera que otros sigan la decisión del presidente Trump de trasladar la embajada a Jerusalén. Esta expectación la puede reservar para otros porque ninguno de los Estados miembro de la UE realizará ese traslado", aseveró en términos severos la responsable de la diplomacia europea durante la rueda de prensa realizada al término del desayuno informal que habían mantenido los ministros de Relaciones Exteriores de la UE con Netanyahu.
Ese encuentro constituyó la primera visita de un primer ministro israelí a las instituciones de la UE en Bruselas en 22 años. Los cancilleres recibirán en un formato similar, en enero próximo, al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
Los cancilleres de los 28 ratificaron que la prioridad para Europa sigue siendo lograr "una paz duradera" entre israelíes y palestinos. Tal vez para evitar cualquier intento de división, Mogherini le advirtió a Neatanyahu que la UE mantiene una "posición muy unida y consolidada" a favor de "la única solución realista" posible del conflicto israelo-palestino, basada en la doctrina de "los dos Estados, con Jerusalén como capital de ambos”.
"La UE y sus miembros seguirán respetando el consenso internacional sobre Jerusalén hasta que se haya resuelto el estatus final de la Ciudad Santa mediante negociaciones directas entre las partes”, agregó.
A pesar de criticar la decisión unilateral del presidente Donald Trump sobre Jerusalén, Mogherini insistió que era necesario evitar el aislamiento de Washington. “No puede haber ninguna iniciativa de paz ni intento de relanzar las discusiones de paz entre israelíes y palestinos sin participación de Estados Unidos”, aclaró. Luego para levantar toda ambigüedad, aseguró que “no trabaja en una iniciativa específica de la UE” para relanzar el proceso de paz. Pero advirtió que "para reactivar las negociaciones hay que definir el horizonte y el marco".
En relación a la aspiración de Netanyahu de que los europeos ayuden a contener a Irán en la frontera con Siria, Mogherini indicó que había sido evocado “brevemente" porque los temas principales fueron la situación de Jerusalén y las perspectivas del proceso de paz. No obstante, aclaró que la UE es partidaria de una solución negociada de la crisis siria y descartó la hipótesis de dividir el país "en zonas de influencia".