PARIS, Francia – Los líderes de la Unión Europea (UE) adoptaron ayer en Gotemburgo (Suecia) 20 principios que definen los principios sociales que permitirán contener la ola de populismo que sacude los cimientos democráticos del continente.
El ambicioso documento, titulado Pilar Europeo de Derechos Sociales, fue rubricado solo por tres dirigentes que representan a los 28 países de la UE: el titular de la Comisión, Jean-Claude Juncker, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, y el primer ministro de Estonia, Juri Ratas, cuyo país asegura la presidencia rotativa de la UE durante el segundo semestre de este año.
Incluso si su país se prepara a abandonar Europa en 2019, la primera ministra británica se desplazó hasta Suecia. La canciller alemana Angela Merkel fue la única líder ausente. Sumergida en plena negociación para formar un gobierno de coalición en su país, debió permanecer en Berlín. Pero su gobierno sostiene sin reservas esa carta que compromete a los países europeos a reducir la fractura social y las desigualdades que constituyen —en la práctica— el terreno fértil sobre el que prospera el populismo y la extrema derecha.
Aunque no firmaron la carta, también estuvieron presentes dirigentes empresarios y político de toda la Unión. Pepe Álvarez, secretario general de central obrera española UGT, definió ese compromiso como “una suerte de Pacto de la Moncloa de alcance europeo”.
La audaz iniciativa lanzada por el socialdemócrata y sindicalista Stefan Lofven, primer ministro de Suecia, sedujo rápidamente a los líderes de la UE, que —en mayor o menor medida— fueron víctima de la ola populista.
El documento final compromete a los miembros de la UE a facilitar el derecho a la enseñanza y la orientación profesional, asegurar la igualdad de posibilidades y de trato —sobre todo entre hombres y mujeres—, y a garantizar el acceso al empleo y condiciones de trabajo justas, así como protección e inclusión social. También proclama la necesidad de asegurar salarios mínimos apropiados que permitan satisfacer las necesidades del trabajador y de sus familias.
Otro objetivo fundamental consiste en crear las condiciones para que todos los europeos menores de 25 años estudien al menos seis meses en otro país. “Eso es hacer más Europa”, subrayó el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy.