Buenos Aires, Argentina.- La Armada argentina abandonó este jueves el intento de rescate de los 44 tripulantes del submarino desaparecido hace 15 días, aunque mantendrá la búsqueda de la nave que habría sufrido una explosión en el Atlántico Sur.
Aunque el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, no lo dijo expresamente, el anuncio significa que las autoridades dan por muertos a los marineros del submarino ARA San Juan.
"Se ha extendido a más del doble la cantidad de días que determinan las posibilidades de rescate de la dotación (tripulación). A pesar de la magnitud de los esfuerzos realizados, no ha sido posible localizar al submarino", señaló Balbi en una conferencia de prensa.
La Armada había dado el jueves pasado un claro indicio sobre el trágico final que habría tenido el submarino, al informar la detección en el Mar Argentino por parte de dos agencias internacionales de un "evento anómalo" sonoro "consistente con una explosión".
El accidente disparó un colosal operativo internacional de búsqueda y rescate en el que participaron cerca de 4 mil personas y unos 30 aviones y barcos de Argentina, Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y Chile, entre otros países.
La búsqueda de los restos se mantendrá, pero sin los equipos necesarios para rescatar a personas con vida.
Muchos de los familiares de los tripulantes, que esperaban al submarino en la ciudad turística de Mar del Plata -a la que debió llegar hace 10 días-, ya habían dado por muertos a los marineros. Solo unos pocos seguían en la base naval local con la esperanza de que los encontraran con vida.
"No tengo palabras, es un momento horrible. Directamente nos están diciendo que no van a buscar más", dijo Luis Tagliapietra, padre de uno de los tripulantes.
"Nos mintieron desde el primer día (...) no les creo nada", agregó, quejándose de la Armada después de enterarse por televisión que las autoridades abandonaban el rescate de la tripulación.
El ARA San Juan era el más nuevo de tres submarinos de la flota argentina y fue botado en 1983. Tiene un largo de 65 metros y funciona con motores diésel y otros eléctricos, según datos oficiales. En 2008, la nave comenzó un proceso de 'reparación de media vida' que llevó más de dos años.
Después de zarpar de la ciudad austral de Ushuaia, el submarino emitió su última señal el 15 de noviembre a 430 kilómetros de la costa de la Patagonia argentina.