En México existe un déficit acumulado de médicos nefrólogos certificados: hay pocos y mal distribuidos, lo que dificulta la atención oportuna y adecuada de los pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC), los cuales se estiman actualmente en 150 mil en todo el territorio nacional e irán en aumento, serán 250 mil para el 2030, si no diagnostican y tratan a tiempo.
Ante estas cifras, es urgente la formación de médicos nefrólogos, que son los especialistas en diagnóstico y tratamiento de enfermedades del riñón y sus funciones en el organismo humano.
Aunque la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión (SLANH) recomendaron a México para 2019 contar con 20 nefrólogos por cada millón de habitantes, tan solo en 2018 hay 9 por cada millón de habitantes, es decir, nos quedamos a la mitad.
Omar de Jesús Ruiz, director de la Federación Mexicana de Enfermos Trasplantados Renales, en entrevista para El Sol de México dijo que en México hay mil 190 nefrólogos, por lo que hacen falta mil 800 para cubrir las necesidades de diagnóstico y tratamiento en la población mexicana.
“El 70% de esos médicos se encuentran en Monterrey, Ciudad de México y Guadalajara, el resto de los estados -29- tienen uno o dos. Lamentablemente en México no se ha atendido este tipo de recomendaciones de organismos internacionales”, señaló Ruíz.
La nefrología como una materia obligatoria en medicina
En las universidades no hay una carrera que incluya la nefrología y “dado que tenemos un número creciente de enfermos renales, nuestra exigencia y recomendación al nuevo gobierno, a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Salud es en que sea una materia obligatoria en el tronco común de la carrera de medicina, no solo como una especialización”, subrayó el director de la Federación Mexicana de Enfermos Trasplantados Renales, quien invitó a los estudiantes al I Foro Universitario Conociendo la Nefrología y al IV Congreso Nacional de Organizaciones Renales, este 6 de noviembre en la FES Iztacala.
Añadió que de la UNAM es la única institución donde se forman los nefrólogos.
“Las autoridades no han volteado a ver a los universitarios. La obligación como sociedad civil es informar a los pacientes y a los universitarios sobre la urgencia de formar a especialistas. Urge crear interés en los próximos médicos sobre las enfermedades que nos están atacando en México, podemos detener el número de enfermos renales crónicos”, aseguró Ruiz.
La Enfermedad Renal Crónica se diagnostica en etapas avanzadas
La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es una enfermedad asintomática al inicio, pero hay síntomas más notables como la hinchazón en las manos, vómito, picazón en la piel, hasta presentar sangre en la orina. Muchos pacientes, señaló el maestro en medicina social, “ya no alcanzan la terapia sustitutiva como la diálisis, hemodiálisis o trasplante de riñón. Por la falta de especialistas, el diagnóstico es tardío”, añadió el especialista.
Uno se da cuenta en estadios ya avanzados, en el cual, el paciente ya requiere terapia sustitutiva. “Empezamos a concientizar a los médicos de primer nivel cómo detectarla para desacelerar su desarrollo. En México, al no tener suficientes especialistas, el paciente ya va a llegar en estados avanzados de la enfermedad, que requerirá terapias sustitutivas. Los pacientes llegan en estadios ya avanzados cuando son candidatos a terapias sustitutivas”, dijo Ruiz.
Dentro de los factores de riesgo para presentar la ERC están los hábitos alimenticios, el sedentarismo y la diabetes, que mal cuidada durante 15 años es preponderante para desarrollar la enfermedad. “Los diabéticos que no se tratan no saben que pueden desarrollar ERN, que es muy cara para la familia y para el sector salud”, informó.En promedio, un tratamiento de hemodiálisis al año está en 250 mil pesos, de diálisis asciende a 180 mil y un trasplante de riñón en 120 mil pesos.
Recomendó a la población en general realizarse una vez al año análisis de orina de tres elementos y estudios en sangre para saber los niveles de creatinina, ya que los pacientes con insuficiencia renal presentan cinco, siete, nueve o 10 grados de niveles de creatinina, cuando en un paciente sano, el promedio es de 0.8 a 1.2 de creatinina en la sangre.