Tras la captura de José Antonio “N” El Marro, el Gobierno federal va por la red que tendió en Guanajuato al identificar a sus principales operadores financieros, su círculo delictivo y familiar, autoridades involucradas y los encargados del robo de combustible en municipios guanajuatenses.
El gobierno federal estima que, a través del Cártel Santa Rosa de Lima, José Antonio, “N” robaba aproximadamente 1.5 millones de pesos mensuales a los ductos de Pemex en Guanajuato.
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El Área de Inteligencia del Gobierno federal ha identificado a tres operadores financieros que serían los más cercanos al Marro y tras su captura, podrían quedarse al frente de la organización.
Adana “N” alias Paiki, María Guadalupe “N” Pivu, y Angélica “N”, son parte de la estructura del Cártel Santa Rosa de Lima, encargados de las finanzas, bitácoras, entradas y salidas de efectivo producto del huachicoleo, además de encargase de las nóminas.
El seguimiento de los movimientos de El Marro y su organización permitió a los órganos de inteligencia del Gobierno federal, detectar que Martín “N” alias “Bala” y Eduardo “N” Calamardo, eran los encargados de coordinar el robo de combustible en Guanajuato junto a Leonel “N” y Moy “N”.
Por 16 meses, las áreas de inteligencia lograron establecer el circulo delictivo del Cártel Santa Rosa de Lima, y dieron seguimiento a sus miembros. Fue así como se pudo establecer que José Carmen “N” alias Tortugo se desempeñaba como jefe de plaza de Celaya, Guanajuato, quien junto con su escolta Ismael “N”, Nacaro, Noé “N” alias Puma y segundo al mando, se encargaban de la plaza de Celaya.
Mientras que Eliseo “N” el Titis, encargado operativo, y el JC, se encargaban de la plaza en Zamora, Michoacán, Juan “N” alias El Metra era el jefe de plaza en Yuriria y Salvatierra.
Estos sicarios tenían bajo su mando a El Charly para la distribución de estupefacientes, El Baleado, Sermeño, Cañas, Chilango y Mari, La Pichona encargada de los informantes.
De los interrogatorios a gente detenida en las últimas semanas, el gobierno federal logró establecer la identidad de autoridades coludidas con el CSRL, en Irapuato, Villagrán, San Cruz de Juventino Rosas, Tarimoro y Santiago Maravatío.
Fue así que se detectó a elementos de la policía de Villagrán identificados con el alias de Hull y Viernes, involucrados con el cartel; Juan “N” alias, Juande y “Marlon”; en Irapuato; Jorge “N”, Rosillo, Dimas y Lupita “N” en Tarimoto, Linaldi “N” y Mauricio “N”, en Santa Cruz de Juventino Rosa, y Julio en Santiago Maravatío.
Esta estructura criminal permita al Marro, obtener 1.5 millones de pesos mensuales por robo de hidrocarburos a los ductos de Pemex en Guanajuato.
Las investigaciones que derivaron en la captura del José Antonio “N” el pasado domingo, incluyeron el seguimiento al círculo familiar del Marro, forado por sus padres María Eva “N” y su padre Rodolfo “N”, sus hermanos, Karem, Lizbeth y Rodolfo.
Los datos de inteligencia establecieron que el líder del Cártel estuvo casado con Elsa “N” con quien procreó tres hijos. Tenía una pareja sentimental Karina” N”, con quien tuvo dos hijos, y tenía un amante Andrea “N”.
De Karina se sabe que recién fue capturada en un operativo en el poblado de San Miguel Octopan en Celaya junto a tres personas más, de las cuales dos fueron identificadas como integrantes del cártel.
Todas fueron dejadas en libertad al demostrarse que las órdenes de cateo no correspondían al domicilio donde se logró la aprehensión.
Mientras que el 21 de junio, la madre, una hermana y una prima del Marro, fueron detenidas por fuerzas federales pero dejadas en libertad días después por un juez que no valido las detenciones que hicieron soldados del ejército mexicano.
La madrugada del domingo 2 de agosto, un comando de las Fuerzas de Reacción Inmediata del Cuerpo de Fuerzas Especiales encabezó un operativo que culminó con la detención del Marro y cinco de sus colaboradores, además de la liberación de una empresaria que había sido plagiada días antes.
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