Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Desde una vista aérea la ciudad se ve como una mancha gris con pocas áreas verdes, refirió José Torres, integrante de la Asociación Voluntariado Forestal en Morelia, conformada por ocho personas y cuyo objetivo es rescatar esas escasas zonas y las áreas naturales protegidas.
La iniciativa nació a raíz de los incendios que se presentaron hace dos o tres años en la capital michoacana y porque no se efectuaban las actividades pertinentes. El grupo tuvo un acercamiento con la Secretaría del Medio Ambiente en el estado para poder acceder a la zona y rehabilitarla.
En enero de este año realizaron la primera actividad formal en la que participaron varios clubes para dividirse las zonas; los trabajos que realizaron fue recorte de material que pudiera ser combustible, desplazarlo, creación de bancas, marcar senderos, además de las actividades de reforestación en los meses de lluvia.
“Nos dimos cuenta que la misma Secretaría o las instalaciones del Punhuato carecían de personal e infraestructura, compramos herramientas para el corte y se acercaron carretillas, eso nos permitió hacer más actividades cada fin de semana y compramos una biotrituradora para generar composta”, relató.
Sin embargo, no solo pretenden trabajar y recuperar los espacios en dicho cerro, sino en otras áreas dentro de la ciudad como gimnasios al aire libre o zonas en abandono al interior de la urbe. En ese sentido, acotó que las zonas de riesgos, invadidas o con cambio de uso de suelo deben ser responsabilidad de las autoridades.
Hay pocos voluntarios
Cada sábado a las 7:00 horas los voluntarios se reúnen en el banco Afirme ubicado en la salida a Mil Cumbres y trasladan en camionetas a las personas interesadas al cerro para realizar las actividades que duran cuatro horas, aunque a decir de José Torres, son pocos los que asisten y la mayoría no conoce el área natural.
“Es complicado porque las personas quieren ir a plantar un árbol y verse bien en una foto, pero no se dan cuenta de las actividades que se necesitan para que ese árbol crezca, no solo es hacer un agujero y poner el árbol”.
El Cerro del Punhuato, mencionó, se ha ido restaurando, aunque en sus inicios no era una zona forestal sino de cultivo por lo que el suelo no es propicio cuando se trata de reforestación, por lo que el proceso es más lento. El siguiente año el Voluntariado Forestal pretenden realizar 52 actividades sabatinas y un poco más los domingos.