Morelia, Michoacán.-La vivienda vertical vive un auge en Michoacán. Hace diez años, dos de cada diez habitantes prefería vivir en departamentos, sin embargo, actualmente es el 50 por ciento el que busca espacios verticalizados, de acuerdo con Carlos Garza Herrera, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) en Michoacán.
Para el empresario, la verticalización es una forma habitable y viable para la mayoría. Pero no todos son bondades. Pedro García, quien vive en un edificio de departamentos ubicado en el Libramiento Poniente, en Morelia, menciona que hay serias problemáticas que deben ser tomadas en cuenta.
La arquitecta Verónica Loaiza Servín opina que hay más ventajas que desventajas, aunque coincide que los problemas vecinales serían el único conflicto que se estaría presentando al momento de crear casas verticales.
El pasado 1 de octubre, el ayuntamiento de Morelia aprobó el Programa Municipal de Desarrollo Urbano 2023-2040 en el que permite mayor densidad de población en un mismo predio. El objetivo es fortalecer la vivienda vertical, así como evitar desarrollos inmobiliarios fuera de la normatividad.
Bondades
El empresario Carlos Garza Herrera señala que la verticalización es una forma habitable que mejora la calidad de vida de la población.
Si antes podías hacer 20 departamentos en mil metros, ahora puedes construir hasta 50, eso beneficia mucho a la ciudad porque evitas que la mancha urbana siga creciendo, porque lo difícil es llevar servicios como drenaje, seguridad, luz, escuelas.
De acuerdo con Garza Herrera, actualmente los departamentos tienen un valor de entre 600 mil hasta cuatro millones y medio de pesos en diferentes zonas de la ciudad. Además, la tendencia es que son jóvenes menores de 30 años los que prefieren este tipo de viviendas.
Otro de los objetivos de la verticalización es implementar los propios servicios en los mismos edificios, a lo que se le llama “desarrollos mixtos”, es decir, que se pueden incluir, comercios y oficinas.
Si se fijan, en otras ciudades del mundo, la gente baja de sus departamentos y hay tiendas, oficinas, negocios y eso genera calidad de vida porque te ofrece dónde trabajar, adquirir cosas y vivir.
Si bien existen algunos edificios en la ciudad, el estado está en miras de seguir desarrollando este tipo de proyectos y aunque ya existen algunos, aún no se han consolidado.
El presidente de la Canadevi acotó que este año y el siguiente se buscarán más, pero el objetivo actualmente es Morelia, porque los terrenos en la periferia cada vez son más escasos.
El objetivo ahora es Morelia, pero en Uruapan ya hay también proyectos verticales, todo esto es una tendencia no solo aquí, sino en todo el mundo.
Pros y Contras
El moreliano Pedro García opina que si bien las rentas son accesibles, los espacios son reducidos, no se puede tener jardín ni mascotas grandes. Además, en ocasiones la cercanía con los vecinos provoca serios problemas, entre ellos tener que soportar ruidos o fiestas.
Si les gusta escuchar la música a todo volumen ya te molaste. Y más si hay pleitos o se les ocurre hacer convivencias con mucha gente. Llamas al ayuntamiento pero nadie te hace caso.
Dice también que otro detalle es que quienes habitan en departamentos lo hacen de manera provisional, en aras de mudarse después a una casa grande, según señaló. Un punto negativo más es que la casa ya no puede crecer y con la llegada de los niños se dificulta la sana convivencia.
Tampoco hay que pasar por alto que en muchas ocasiones la intimidad se ve afectada.
Para la arquitecta Verónica Loaiza Servín Verónica Loaiza en determinado caso “que llegue tu vecino borracho y ponga el volumen alto de música”, es de los problemas que se enfrentaría el inquilino de una casa vertical.
Sin embargo, resalta que los beneficios de la construcción de dichos espacios es mayor, ya que con ello se podría cuidar zonas verdes y menos pavimentación que afecta la captación de agua en el subsuelo de la ciudad.
Precisa que ciudades como Medellín, Madrid, Río de Janeiro, por mencionar algunas, son sólo unos ejemplos de espacios en donde se ha apostado por este tipo de viviendas y han sido una solución al crecimiento desmedido de la zonas urbanas.
Además señala que las condiciones topográficas de la ciudad generan que se pueda construir sin ningún tipo de conflicto este tipo de construcciones, por lo que reiteró que es fundamental que se pueda realizar en Morelia.
El arquitecto José Vázquez Torres, egresado de la carrera de arquitectura de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), refiere que el concepto de vivienda vertical no es nuevo en México, ya que desde el año 1930 en Ciudad de México ya existía, aunque en la actualidad ha tomado mayor fuerza ante el creciente número de la población, sobre todo en la capital michoacana.
El arquitecto dice que un importante ejemplo de este tipo de vivienda en México es el Edificio Ermita, construido en 1931 por el arquitecto Juan Segura.
El edificio contaba con cine, locales comerciales y viviendas. En la década de los 40 esta modalidad de vivienda se incrementó por la llegada de campesinos y extranjeros a la Ciudad de México.
Salvación de áreas verdes
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que hasta 2020 Morelia contaba con una población de alrededor de 849 mil habitantes, por lo que para evitar frenar la construcción de nuevos complejos habitacionales y evitar destrucción de zonas boscosas en la ciudad, los especialistas han tomado en cuenta dicha modalidad.
De acuerdo con la directora del Instituto Municipal de Planeación de Morelia (Implan), Johana Margarita Moreno Manzo expone que esta nueva modalidad de vivienda abonará a frenar la expansión de la mancha urbana en la capital michoacana.
La funcionaria explicó que actualmente entre 40 y 50 personas en la ciudad en promedio habitan por manzana, lo que ha generado que las constructoras y desarrolladoras decidan seguir realizando hogares y además se piense en construir torres, donde el espacio habitable por zona podría aumentar hasta en 35 personas más.
Recordó que por un tema de imagen urbana el Centro Histórico es la única zona en la que no se pueden construir edificios, sin embargo, el resto ya se encuentra listo para comenzar a adoptar estructuras que van de los cinco hasta los 20 pisos.
Con ella coincidió el gerente del centro histórico, Gaspar Hernández Razo explicó que debido a los lineamientos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) que se utilizaron para determinar al Centro Histórico de la capital como patrimonio cultural de la humanidad, es que no se debe intervenir los remates visuales con los que cuenta.
Explicó que es por eso que la gerencia del municipio no permite la construcción de edificios superiores a los dos pisos en dicha zona, por lo que indicó que dicha modalidad de viviendas no es viable al menos en las primeras manzanas de la referida zona.
Cantidad de Edificios
De acuerdo con información de la Secretaría de Obra Pública del municipio son poco más de 20 edificios los que se tienen distribuidos en toda la ciudad, de los cuales el 70 por ciento son dedicados a hogares, mientras que el 30 restante es de servicios como hospitales, hoteles, por mencionar algunos.
Señalar que de acuerdo con información de la dependencia, actualmente en la ciudad de Morelia solamente el diez por ciento de la vivienda se encuentra inmersa en el esquema de desarrollo vertical, en torres de hasta seis pisos que aminoran el impacto del costo de suelo y otros gastos.
Según algunas inmobiliarias consultadas a través de redes sociales por parte de este medio de comunicación, el precio de condominios en edificios verticales actualmente oscila entre los 450 mil y 600 mil pesos y hasta cuatro millones.
Sin embargo, este tipo de espacios son la segunda opción de los morelianos, quienes prefieren casas que cuenten con hasta tres cuartos, pese a que no tengan tanta familia para ocuparlos.
En ambos casos se trata de pequeñas viviendas construidas en vertical con dimensiones que van de los 40 a los 90 metros cuadrados en el caso de los estudios y de hasta 200 metros cuadrados en el caso de los lofts.