Morelia, Michoacán.- Vecinos del fraccionamiento Misión del Valle han fortalecido sus mecanismos de organización luego de que hace un mes se realizara un aparatoso operativo tras el asesinato de dos policías de investigación adscritos a la Fiscalía General del Estado (FGE). Alejandro Díaz Romero, miembro del Consejo Vecinal, dijo en entrevista que el clima que se respira en esa zona de la periferia es de cierta tensión, pues hay mucho movimiento por las noches con lo que parecen ser cateos policiacos. De forma paralela, los habitantes de la zona se han puesto de acuerdo para poner mayores medidas de seguridad en casas deshabitadas, con el objetivo de que no sean ocupadas como “picaderos” de droga.
“Después de la balacera muchos de los delincuentes huyeron del fraccionamiento, tal pareciera que se está haciendo una limpia”, aceptó el también técnico radiólogo que tal vez conoce como nadie cada rincón de Misión del Valle.
Elementos de la Policía Morelia, Guardia Civil del estado y Guardia Nacional han patrullado de manera constante las calles del fraccionamiento, lo que sin embargo son acciones “poco eficaces” a decir de Díaz Romero, toda vez que los recorridos no llegan a las áreas más peligrosas. Prueba de ello es que ya se colocaron cámaras de vigilancia en el acceso principal, pero no así en las cuatros entradas secundarias, que son por las que suelen ingresar presuntos delincuentes.
“Después de unos siete años de gestión por fin pusieron algunas cámaras, aunque las colocaron en lo más visible”, señala el activista, quien agrega que las autoridades no han tendido puentes de comunicación con los vecinos para afinar una estrategia de seguridad. Como lo ha documentado El Sol de Morelia, Misión del Valle se caracteriza por altos índices delincuencias, como robos a casa habitación, asaltos a transeúntes, invasión de hogares abandonados y sobre todo mucha venta de droga.
Entre los vecinos organizados no hay mayor conocimiento sobre quiénes son los siete jóvenes detenidos en el operativo del pasado 4 de abril, pese a que en dos casos sus familias aseguraron en la audiencia judicial que no pertenecen a ningún grupo criminal. “No sabemos mucho, pero lo que sí estamos al tanto es de la cantidad de muchachos que hacen grupos, algunos para vender droga y otros para consumirla, pues desgraciadamente no tienen opciones de recreación, el gobierno los ha dejado solos por muchos años”, lamenta Díaz.
Finalmente, dice que hay dos canchas deportivas que se estaban construyendo desde antes de la balacera, cuyo avance es lento “porque seguramente las van a inaugurar hasta el próximo año, en el proceso electoral, pues lamentablemente solo somos su botín político”.