Morelia, Michoacán.-(OEM-Infomex).- A propósito del filicidio registrado en últimos días en la capital michoacana, el obispo de Morelia, Juan Espinoza Jiménez, hizo un llamado para que padres y madres de familia se serenen y no viertan traumas, odios o frustraciones personales sobre sus hijos, ya que las situaciones de violencia intrafamiliar y descuido hacia los menores pueden generar a potenciales delincuentes en el futuro.
Lo anterior, al resaltar que el objetivo de la Arquidiócesis de Morelia será el de responder a los retos de inseguridad y violencia que se viven en los municipios de Michoacán e incluso del vecino estado de Guanajuato, reiterando la intención por parte de la Iglesia Católica en recuperar la paz social por medio del trabajo interior de cada persona.
Durante las primeras horas del pasado 6 de enero, en una vivienda del fraccionamiento Villas del Pedregal de Morelia una mujer de 29 años privó de la vida a su hija menor y lesionó a otro de sus hijos con un objeto punzocortante, esto, según declaraciones de la misma acusada como parte de un plan fallido de homicidio y suicidio por depresión, infidelidades y violencia al interior del seno familiar.
Estas situaciones de violencia intrafamiliar tienen una raíz en una vivencia distorsionada de la familia, los padres de familia han vivido en situaciones no agradables, donde han sufrido violencia, machismo e injusticias y eso lo llevan dentro del corazón (…) el llamado es para que los padres de familia tengan más calma, más serenidad
El obispo moreliano también hizo referencia sobre el menor de 11 años quien asesinó a su maestra en una escuela en Torreón, Coahuila, e hirió a cinco de sus compañeros y otro maestro para después suicidarse, esto presuntamente por la influencia de videojuegos, reiterando que este y otros casos son producto de la convivencia familiar “distorsionada”.
Hay muchos videojuegos que pueden crear una cierta violencia interna, lo van haciendo inherente a las personas, hay muchos que son violentos y los padres de familia deberían de estar atentos para que sus hijos no se “infecten” de ese virus que luego puede surgir