Morelia, Mich.- Debido a la inseguridad que se vivía en la región conocida como Tierra Caliente, en Michoacán, pobladores de los municipios de Tepalcatepec y Buenavista crearon grupos de autodefensa el día 24 de febrero de 2013, cuando estos, armados con cuernos de chivos y rifles, machetes o cuanto se encontraran, comenzaron la labor de vigilancia mediante rondines y retenes en carreteras.
Y es el estado vivía entre los agravios del crimen organizado, con extorsiones, asesinatos, secuestros y las constantes violaciones a los derechos humanos que duraron años, las cuales orillaron a la población a tomar las armas, ya que no confiaba en las policías municipales, a las cuales acusaron en su momento de estar coludidas con el crimen organizado.
El Sol de Morelia registró en su edición del 25 de febrero de 2013 el surgimiento de las autodefensas, ya que en la tenencia de Felipe Carrillo Puerto, lugar mejor conocido como “La Ruana”, del municipio de Buenavista Tomatlán, los pobladores despojaron a los policías de dos patrullas y de siete armas. Con esta acción, que había ocurrido un día antes, inició el movimiento, vestían playeras blancas con la leyenda “Policía Comunitaria” y “Por un Tepalcatepec Libre”, y cubiertos del rostro.
Después se sumaron los habitantes de Tepalcatepec y en menos de un año el movimiento fue adoptado en toda la Tierra Caliente, incluso las Regiones Sierra y Costa, el cual tuvo su origen en un reclamo social de los michoacanos, pero las autodefensas fueron señaladas también como grupos de paramilitares, incluso se les acusó de están vinculados con el Cartel de Jalisco Nueva Generación, encabezados por Nemesio Oseguera.
La atribución delictiva a estas mafias provocó que Los Caballeros Templarios, grupo delictivo de Michoacán buscaran la desintegración de las autodefensas con violencia, pero en mayo de 2014 la sociedad se enteró de que el entonces secretario de Gobierno y el gobernador interino, Jesús Reyna, estaban coludidos con el líder de la mafia, Servando Gómez Martínez, conocido como La Tuta o El Profe, quien fue el último líder del no extinto grupo delictivo Caballeros Templarios.
Enrique Peña Nieto implementó una estrategia militar en la región que no funcionó del todo, en ocasiones desarmaba a las autodefensas y en otras las ayudaba, pero no combatió a Los Templarios. Más tarde, el presidente encontraría la solución en transformar a los grupos de autodefensa en la Fuerza Rural de Michoacán, en calidad de Policía Comunitaria.
En el movimiento destacaron como líderes Hipólito Mora, en La Ruana y José Manuel Mireles Valverde, en Tepalcatepec, quienes afirmaron que sólo buscaban proteger a su familia y amigos de Los Caballeros Templarios, sin embargo Mireles fue detenido junto con un grupo de 40 autodefensas en el municipio de Lázaro Cárdenas y llevado a un penal en Hermosillo, Sonora, acusado por violar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y después fue puesto en libertad.