MORELIA, Michoacán.-(OEM-Infomex).- La alta incidencia delictiva registrada en el municipio de Uruapan mantiene en incertidumbre a demarcaciones vecinas como la de Tancítaro ante el “efecto cucaracha” que pudiera generarse entre grupos criminales y la falta de condiciones para desplegar a elementos de la Guardia Nacional (GN), reconoció su alcaldesa, Araceli Solórzano Solórzano.
Lo anterior, al referir que la falta de un terreno en dicho municipio, ubicado a tan sólo 22 kilómetro de la Perla del Cupatitzio, no ha permitido que se pueda iniciar con la edificación de un cuartel de la GN pese a que está la propuesta por parte del gobierno federal para el despliegue de elementos.
“A todos el efecto cucaracha -nos preocupa- se puede dar a todos lados, y claro que nos preocupa y debe ocuparnos. En cuestión de Guardia Nacional nos tiene preocupados porque se pretendía hacer una base ahí, pero no hemos encontrado el terreno con la capacidad y el terreno, es muy complicado porque nadie se quiere deshacer de sus propiedades”, subrayó.
La munícipe reconoció que, si bien no han tenido incrementos en la incidencia delictiva, su capacidad institucional se vio reducida en un 50 por ciento debido a la baja de elementos municipales, a quienes empacadoras de aguacate les han ofrecido mejores salarios (más de 10 mil pesos mensuales) y condiciones menos riesgosas para poder laborar.
Actualmente sólo cuentan con alrededor de 70 elementos municipales, confiando en que puedan incrementar su fuerza una centena de los mismos.
Señaló que dada la pugna delincuencial en Uruapan, la cual dejó en las últimas semanas decenas de muertos en distintos escenarios violentos, ha orillado a que los mismos habitantes de Tancítaro se trasladen a dicha demarcación, pese a que es el lugar en donde se abastecen de víveres o acuden a los centros educativos.
“Nos pega porque ahí tenemos los servicios, las universidades, tenemos mucha gente que va a abastecerse de los víveres, y la gente trata de no estar tanto fuera”, agregó al señalar que de momento no se han visto obligados a requerir presencia de la policía estatal o militar.
Rechazó que, dada la alta producción que generan las más de 22 mil hectáreas de aguacate tan sólo en Tancítaro haya sido motivo de extorsiones, robos e incluso secuestros hacia los mismos productores del oro verde.
Por otra parte, la alcaldesa de Lagunillas, Macarena Chávez Flores, lamentó que pese a las gestiones realizadas con los gobiernos federal y estatal mantienen una carencia de personal, patrullas y equipamiento para la policía municipal, cuyo número apenas alcanza los 18 elementos, de los cuales sólo cinco están certificados y el resto en espera de evaluación.
“Lagunillas es de los pocos municipios que hemos podido blindar la entrada del crimen organizado (…) son robos menores, casa-habitación, en 2019 tuvimos un feminicidio y nos puso en alerta. También un intento de secuestro, pero se frustró”, precisó la ex diputada local al referir sobre hechos aislados en su municipio.