“Mis papás nomás me dijeron: ‘Aquí está el número del señor que vas a contactar cuando llegues a la frontera; le marcas’. Yo no lo conocía ni nada, pero cuando llegué a la central veía mucha gente y unos se me quedaban viendo a mí, entonces me puse nerviosa. Ya luego marqué al número y me contestó el señor ese; entonces me dice: ‘Aquí estoy afuera, ando en una camioneta de este color’, y ya fui”, relata Mariana, niña migrante de 16 años, que trató de cruzar la frontera sin logarlo.
De enero a abril de 2019 se han repatriado a 188 menores migrantes michoacanos, según el boletín estadístico del Instituto Nacional de Migración.
Del total de menores repatriados, 167 corresponden a menores de 12 hasta 17 años; de éstos, 147 son casos de niños y niñas no acompañados, y 20 se registraron como acompañados.
En el caso de los menores de 11 años, el registro es de 21 niñas y niños repatriados, de los cuales 17 se registraron con acompañante y cuatro no acompañados.
Como Mariana, Fernando también tiene su historia y la cuenta en los testimonios que el doctor Óscar Misael Hernández ha documentado en el artículo “Riesgos en la migración irregular de menores mexicanos a Estados Unidos”.
“Cuando llegué a la central, pues había soldados y me dio algo de miedo, y luego que marco al teléfono del señor que me iba a recoger y nada; pensé que ya me había dejado. Luego se me acercó un señor y me dice: ‘¿Vas al otro lado?, yo te cruzo’. Le dije: ‘No, espero a un amigo’. Y que marco al señor y ya me contesta, pero no lo conocía y me dijo: ‘Pues ando vestido de mezclilla y una gorra roja; llego en unos minutos. Te sales de la central’, y ya lo esperé y que llega”, narra Fernando, migrante de 17 años.
Las estadísticas arrojan que en 2019, el mes con mayor número de menores michoacanos repatriados fue marzo con 61 casos, le sigue abril con 47, febrero con 43 y enero con 37. De los 188 menores repatriados de Estados Unidos, 164 son menores hombres y 24 mujeres en los cuatro primeros meses de este año.
En 2018, el registro de menores michoacanos repatriados fue de 520, de los cuales 426 son casos de menores hombres y 94 mujeres; de éstos, 410 son menores de 12 hasta 17 años, y 110 menores de 11 años. Del total de menores repatriados, 363 son menores no acompañados.
SIN ESTRATEGIAS
Estudiosos de la migración hacen énfasis en un aspecto de impacto social: la repatriación de los menores migrantes no acompañados y la obligación del Estado mexicano de atenderlos y garantizar sus derechos, establecidos tanto en la Ley de Migración como en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
El doctor Óscar Misael Hernández Hernández, investigador de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), considera que las ciudades fronterizas no están preparadas para acogerlos, sobre todo porque los albergues se verían rebasados para atender a los menores.
Las ciudades fronterizas no están preparadas para ello. Incluso con las repatriaciones de menores migrantes mexicanos hay un serio problema que no se había tomado en cuenta; y es que los albergues de estas ciudades podrían verse rebasados porque llegan chicos de todo el país, particularmente de estados del sur
Adicionalmente, abunda, los sistemas DIF de las ciudades fronterizas pagan el traslado de los chicos cuyos padres no tienen la posibilidad de ir por ellos, y el problema radica en que estados como Tamaulipas absorben los gastos de niños que no competen a su territorio; “y los recursos tampoco están etiquetados para ese rubro, ni son los suficientes para cubrirlos”.
La doctora Aída Silva Hernández, profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California, destaca que aunque en su discurso el presidente Donald Trump no ha hecho distinción en las deportaciones, es un hecho previsible que incluirán a menores.
“Con las nuevas políticas puede proyectarse que aumente el número porque se está reforzando el control en el cruce y se está deteniendo sin una condición diferencial. Para él todos son infractores, sin destacar si se trata de personas en una situación de vida particular, como pueden ser niñas, niños y adolescentes, ni tampoco que están acompañados o no acompañados”, explicó la especialista.
Los menores migrantes no acompañados detenidos en Estados Unidos son enviados a los consulados de México, a través de los cuales se formaliza la repatriación por medio del DIF, institución que asume la tutoría.
Los menores de 12 años, por lo regular permanecen en albergues del mismo DIF, mientras aquellos que tienen entre 13 y 17 años son canalizados a albergues que en muchos casos son operados por organizaciones de la sociedad civil.
Se trasladan a la frontera normalmente en autobuses de pasajeros y en pocos casos, por avión. En su tránsito por el territorio nacional carecen de atención especial debido a que la Ley de Migración sólo se refiere a menores extranjeros no acompañados, a pesar de que su travesía puede ser por periodos de semanas y hasta de meses. Su migración se debe, en gran medida, a la reunificación familiar y al propósito de trabajar.