Morelia, Michoacán (OEm - Infomex).- A Demián Gabriel le gustan las sumas y las restas. Él es un niño de siete años que cursa el primer año de primaria y mientras realiza su tarea, afirma que lo que más le gusta son las matemáticas. El pequeño que es hijo de ingenieros computacionales, dice que en la escuela aprende bien y que su maestra es buena ayudándole a resolver sus ejercicios, sin embargo, no todos los niños, adolescentes o adultos piensan lo mismo…
"Las matemáticas son feas", esa una idea que se ha transmitido de generación en generación, pero para Marco Antonio Ponce de León, ingeniero en Sistemas Computacionales, dejan de ser feas en el momento en que las entiendes; “Cuando las aplicas tienen una razón de ser distinta, pero no nos atrevemos a hacerlo, las evadimos porque las hemos considerado difíciles todo el tiempo”.
Galileo Galilei escribió que las matemáticas son el lenguaje con el que Dios ha escrito el universo, pero el también profesor de la Universidad Vasco de Quiroga (UVAQ), da un definición más sencilla: dice que son la base fundamental de todo porque las utilizamos en la vida de forma cotidiana, en una tienda de abarrotes, en un autolavado, en la tortillería o en el mercado y que son necesarias para el uso profesional y personal.
Pese a que son una parte fundamental de las actividades del ser humano, siempre se ha catalogado que son para personas “inteligentes”. Esta estigmatización tiene varios orígenes: problemas cognitivos, falta de estimulación temprana a los niños, métodos de enseñanza deficientes, miedo o predisposición o brechas en el aprendizaje.
Rezago últimos lugares
De acuerdo a la Secretaría de Educación del Estado (SEE), a nivel nacional, Michoacán ocupa los últimos lugares respecto al aprovechamiento escolar, siendo Primaria y Secundaria los niveles más deficientes, pues se encuentra en las posiciones 29 o 30 de los 32 estados de la República Mexicana.
Este problema se replica a nivel mundial, pues los datos que arrojó en 2018 el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, mejor conocida como prueba PISA, indican que México ocupó el lugar 58 en ciencias y matemáticas de los 79 estados y economías participantes.
En el país participaron 7 mil 299 jóvenes de nivel Básico de los cuales solo el 1% fue catalogado como sobresaliente o con resultado excelente; el 42% básico y el 57% insuficiente. En Latinoamérica, México se ubicó por debajo de Chile y Uruguay, pero los mejores resultados los obtuvo Singapur, China y Macao.
Hace cinco años fue la última vez que el país aplicó la prueba; “Desde ahí no podemos decir que estamos bien, y lo peor es que México ya no está aplicando y no tiene la intención de realizar la prueba, entonces ¿cómo vas a saber si estás bien o mal si no te monitorean?”, refiere el profesor Guzmán Ponce de León.
El 90% de los estudiantes se predisponen
El profesor Marco Antonio Guzmán refiere que muchos alumnos de preparatoria optan por elegir carreras que no tengan tanto contenido referente a las matemáticas y el cerca del 90 por ciento se predispone, es decir, que piensa que esta área de la ciencia es difícil cuando todavía no ven o saben nada del tema.
Entonces, al llegar a las aulas, el estudiante está influenciado por la sociedad, los papás y los propios docentes. En ese sentido, el profesor que también cuenta con dos maestrías en Educación y Tecnología Educativa, afirma que para elevar los conocimientos matemáticos los alumnos y maestros deben poner de su parte:
Para los alumnos, antes de que se imparta la asignatura es importante verificar sus conocimientos previos, ser pacientes, poner mucha atención, perder el miedo a preguntar y practicar, mientras que los docentes debe ser pacientes con ellos, enseñar en un ambiente de calma y entendimiento, generar confianza para que los estudiantes expongan sus dudas, reconocer su esfuerzo, promover el entusiasmo por la clase, realizar ejercicios prácticos, usar gamificación (juegos interactivos y didácticos con o sin el uso de tecnologías) y capacitarse constantemente.
Finalmente, Ponce de León afirma que todo lo anterior no tendrá un resultado favorable, si las autoridades educativas y el gobierno siguen sin preocuparse por los resultados que obtienen los estudiantes tanto a nivel local, como estatal, nacional o internacional.