A pesar de la cerrazón de los productores, empacadores y exportadores de aguacate, la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial insistirá ante el gremio en reunirse para trabajar en un programa de producción sustentable, porque a ellos les conviene para abrirse nuevas puertas, sobre todo para incursionar en el exigente mercado europeo.
Ricardo Luna García, titular de esta dependencia, reiteró la postura del gobernador Silvano Aureoles Conejo de revisar los padrones de las organizaciones de aguateros, así como del Comité de Sanidad Vegetal, pues se estima la existencia de 60 mil hectáreas irregulares con cultivo del denominado “oro verde” en la entidad.
Por su parte, al buscar una postura de la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de Michoacán sobre los planteamientos del jefe del Ejecutivo estatal respecto al esquema de sustentabilidad, incluida la propuesta de crear un “impuesto” aguacatero, se respondió a través del área de comunicación y atención a prensa: “No hay postura al respecto”.
En tanto, el titular de la Semaccdet reconoció que “la verdad es que no hemos tenido respuesta de los aguacateros, que juntos vayamos a un programa de sustentabilidad”. Sólo 362 productores han acudido de manera voluntaria e individual a la invitación, mediante firma de convenio.
Aquí, lo más importante es cómo lograr que Michoacán, además de ser líder productivo y exportador, sea el primer estado en productividad sustentable, con orden y equilibrio, sin detrimento de los recursos naturales.
Ya suman 20 años en que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) no ha expedido o autorizado cambios de uso de suelo con fines agrícolas; sin embargo, son dos décadas de crecimiento exponencial de la franja aguacatera, que se ha extendido a 16 municipios más. Actualmente, 35 municipios están acreditados para la exportación de la fruta hacia Estados Unidos.
Salvo Europa, todos los mercados con los que México cuenta con un tratado de libre comercio aceptan aguacate con el hecho de que tengan certificado libres de plagas cuarentenarias, sin importar cómo se haya cosechado la fruta de un terreno irregular o no.
HACIA LA SUSTENTABILIDAD
Ante ello, el funcionario estatal enfatizó que se insistirá ante la producción sustentable, consistente en tres pasos: Para establecer cualquier huerta o en desarrollo se deberá contar con el permiso correspondiente de uso agrícola emitido por la Semarnat; “meterá a la legalidad a todos los predios”; de la superficie actual, se deberá reconvertir o devolver a su vocación original de bosque entre un 10 a 30% de cada predio, y con el Fondo Ambiental, pagar por los servicios ambientales
Sería retrógrado pensar en que se tumbarán de 60 a 80 mil hectáreas de árboles de aguacate, aceptó Luna García, pero con la reconversión o destino a bosque de las 200 mil hectáreas que se estiman se encuentran en producción de fruta, se pudieran ganar unas 20 mil hectáreas de pinos en zonas estratégicas de Michoacán.
Ante este panorama, enfatizó el funcionario estatal “no entiendo por qué no quieren acudir al llamado de gobierno, ellos serán los primeros en ganar, podrán tener acreditación de producción sustentable e ingresar a Europa”.
PRESIÓN GENERALIZADA
De acuerdo con la Semaccdet, el establecimiento de cultivo de aguacate es un problema generalizado en México.
En Jalisco se observa quema de predios de bosque que luego son encontrados con plantas de aguacate; se han detectado 18 mil hectáreas de aguacate en una parte vulnerable, el Bosque de la Primavera.
Mientras, en el Estado de México se han ubicado 25 mil hectáreas de fruta y la presión está focalizada hacia el Nevado de Toluca.