Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- A punto de cumplirse un mes de la desaparición del defensor de derechos humanos, Ricardo Lagunes Gasca y del líder indígena Antonio Díaz Valencia las pesquisas para dar con su paradero no han rendido frutos.
Los operativos por tierra y aire implementados en los límites de Michoacán y Colima no han reportado novedades, así como tampoco el recién ofrecimiento de 500 mil pesos como recompensa a quien brinde información para dar con su paradero.
El rastro de los hombres de 41 y 71 años, desaparecidos desde el 15 de enero pasado, está siendo seguido por dos fiscalías estatales y por la General de la República (FGR)
La cronología del último día que se les vio indica que de las 11 a las 14:00 horas estuvieron en Aquila encabezando una asamblea con mineros de la región.
Al término de la reunión enfilaron a bordo de una camioneta con rumbo a Colima; se les vio atravesar el puente de La Placita y después de eso nada más se ha sabido de ellos.
La unidad en que viajaban fue localizada horas después baleada.
¿Quiénes son los activistas desaparecidos?
Ricardo Arturo Lagunes Gasca, de 41 años, es abogado y activista de derechos humanos desde hace 15 años, nació en la Ciudad de México, pero desde niño él y su familia se trasladaron a Orizaba, Veracruz.
Es abogado egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y tiene una Maestría en Derechos Humanos de la Universidad de Alcalá, España. Se desempeña como abogado de comuneros de Aquila, Michoacán, que representa el profesor Antonio Díaz Valencia.
Trabajó en estados como Oaxaca, Yucatán, Chiapas y los últimos tres años lo hacía en Colima y Michoacán, con las comunidades indígenas. Ha jugado un papel fundamental desde el acompañamiento legal a la comunidad de Aquila en las negociaciones sobre la operación de la mina de Aquila debido a sus efectos ambientales, sociales y en la salud de la comunidad.
Mientras que Antonio Díaz Valencia, de 71 años, es profesor en educación primaria y actual supervisor de la zona escolar 126 en el municipio de Villa Madero, quien ha dedicado su vida al magisterio y a la comunidad indígena de San Miguel de Aquila.
En su labor como activista y defensor del medio ambiente, ha criticado el desarrollo de la mina de Aquila, activa desde 1998. Hasta el momento de su desaparición era candidato a encabezar el Consejo Comunal de Aquila.