/ lunes 27 de abril de 2020

Sin agua enfrentan pandemia de Covid 19

La comunidad ubicada en la tenencia de Tiripetío la conforman 50 familias; tienen años sobreviviendo con agua pluvial

Morelia, Michoacán (OEM-Infomex)- Lodo, en vez de agua, es lo que se puede apreciar en cuatro bordos que habitantes de la comunidad de Cuanajillo Del Toro, tenencia de Tiripetío al sur de la capital, utilizan para sus actividades diarias, desde darle de beber al ganado hasta para lavar y bañarse.

“Vivir así se siente mal, pero aquí estamos, ¿para dónde nos vamos?, buscamos la forma de sobrellevarla aunque sea limitadamente”, dice a El Sol de Morelia don Agustín, uno de los 50 jefes de familia que radican en esta localidad en la que viven cerca de 200 personas, entre niños, jóvenes y adultos, mujeres y hombres.

De carácter recio, pero amable, don Agustín explica que llevan años sufriendo la escasez de agua y que desde tiempos del ex presidente municipal panista, Salvador López Orduña, en su segundo periodo (2005-2007), se les apoya con una pipa de agua potable cada semana.


Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia


Esto de apoyarnos con las pipas de agua empezó desde que estaba López Orduña, de ahí para acá. Y para sostener la comunidad, tenemos esos bordos, captamos agua de la lluvia y ahí la detenemos, pero este año fue muy escasa

Agrega.

Don Agustín reconoce que el actual gobierno municipal de Raúl Morón Orozco ha continuado apoyándolos con una pipa de agua cada ocho días, aunque el alcalde moreliano no ha puesto un pie en esta localidad. Es, a través de su Jefe de la Oficina, Alejandro González Pérez, como se ha puesto cierta atención a Cuanajillo, que evidentemente es uno de los rincones olvidados de Morelia.

La pipa de agua potable llega todos los miércoles, generalmente por la tarde. Se descarga en un aljibe y los propios jefes de familia, 50 en total, se van turnando para llevar la distribución y control. A cada núcleo familiar le tocan ocho garrafones de 20 litros cada uno, es decir, 160 litros que deben administrar en una semana.

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

El tamaño de las familias varía, por ejemplo, en casa de don Agustín son nueve integrantes en total, aunque existen otras más pequeñas. Aun así, con los 160 litros tienen que hidratarse, preparar los alimentos, lavarse las manos en estos tiempos de pandemia por Covid-19 y, si quieren asearse un poco mejor, utilizarla también para ello.

Pero todos la cuidan como lo que es, un gran tesoro que permite que esta comunidad de casi 100 años de antigüedad, siga con ganas de vivir y seguir desarrollándose.


Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

“Estamos reducidos de ese líquido sí, imagínese una pipa para nuestra comunidad cada ocho días, pero la gente la cuida para que le dure, en lo que llega la otra pipa, no la gasta nada más así” enfatiza don Agustín.

A Cuanajillo Del Toro se accede por la carretera libre Morelia-Pátzcuaro. Justo en la desviación a Tiripetío hay que salir del asfalto pero en sentido contrario a la cabecera de la tenencia. De ahí, transitar seis kilómetros aproximadamente de una brecha que está en pésimas condiciones, por lo que se tiene que conducir con precaución para no dañar los neumáticos del vehículo.

En la brecha, inmediatamente se percibe el clima semi-árido y un ambiente lejano a la metrópoli, pues durante el camino se cruzaron liebres y aves distintas a las citadinas, además de que se pudieron apreciar algunas yeguas con sus potrillos prácticamente en estado salvaje, los cuales también se refrescan en los bordos abrevaderos ya señalados.

Sin embargo, más allá del apoyo semanal con una pipa, la comunidad de Cuanajillo Del Toro, carece prácticamente de agua y sus habitantes desean tener el apoyo gubernamental para intentar nuevamente perforar un pozo profundo, que les libre de tan desgastante situación.

Cabe recordar que en 2011, de acuerdo a archivos periodísticos, el ganador de la sección michoacana en el Noveno Festival Internacional del Cine de Morelia (FICM) con el documental “Cuanajillo, La Historia sin Agua”, Honorato Ortíz, revelaba que la población no contaba con agua desde tres generaciones atrás.


Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia



También señalaba que a través de una asociación civil realizaron un evento para recaudar fondos y lograr que Cuanajillo fuera una comunidad sustentable, dado que los gobiernos federal, estatal y municipal no habían hecho nada.

Hoy, parece que la situación quizá está peor que en 2011, pues las 50 familias de Cuanajillo Del Toro podrían estar a merced del coronavirus Covid-19, dado que el lavado constante de manos y el aseo en general es básico para evitar los contagios.

Morelia, Michoacán (OEM-Infomex)- Lodo, en vez de agua, es lo que se puede apreciar en cuatro bordos que habitantes de la comunidad de Cuanajillo Del Toro, tenencia de Tiripetío al sur de la capital, utilizan para sus actividades diarias, desde darle de beber al ganado hasta para lavar y bañarse.

“Vivir así se siente mal, pero aquí estamos, ¿para dónde nos vamos?, buscamos la forma de sobrellevarla aunque sea limitadamente”, dice a El Sol de Morelia don Agustín, uno de los 50 jefes de familia que radican en esta localidad en la que viven cerca de 200 personas, entre niños, jóvenes y adultos, mujeres y hombres.

De carácter recio, pero amable, don Agustín explica que llevan años sufriendo la escasez de agua y que desde tiempos del ex presidente municipal panista, Salvador López Orduña, en su segundo periodo (2005-2007), se les apoya con una pipa de agua potable cada semana.


Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia


Esto de apoyarnos con las pipas de agua empezó desde que estaba López Orduña, de ahí para acá. Y para sostener la comunidad, tenemos esos bordos, captamos agua de la lluvia y ahí la detenemos, pero este año fue muy escasa

Agrega.

Don Agustín reconoce que el actual gobierno municipal de Raúl Morón Orozco ha continuado apoyándolos con una pipa de agua cada ocho días, aunque el alcalde moreliano no ha puesto un pie en esta localidad. Es, a través de su Jefe de la Oficina, Alejandro González Pérez, como se ha puesto cierta atención a Cuanajillo, que evidentemente es uno de los rincones olvidados de Morelia.

La pipa de agua potable llega todos los miércoles, generalmente por la tarde. Se descarga en un aljibe y los propios jefes de familia, 50 en total, se van turnando para llevar la distribución y control. A cada núcleo familiar le tocan ocho garrafones de 20 litros cada uno, es decir, 160 litros que deben administrar en una semana.

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

El tamaño de las familias varía, por ejemplo, en casa de don Agustín son nueve integrantes en total, aunque existen otras más pequeñas. Aun así, con los 160 litros tienen que hidratarse, preparar los alimentos, lavarse las manos en estos tiempos de pandemia por Covid-19 y, si quieren asearse un poco mejor, utilizarla también para ello.

Pero todos la cuidan como lo que es, un gran tesoro que permite que esta comunidad de casi 100 años de antigüedad, siga con ganas de vivir y seguir desarrollándose.


Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

“Estamos reducidos de ese líquido sí, imagínese una pipa para nuestra comunidad cada ocho días, pero la gente la cuida para que le dure, en lo que llega la otra pipa, no la gasta nada más así” enfatiza don Agustín.

A Cuanajillo Del Toro se accede por la carretera libre Morelia-Pátzcuaro. Justo en la desviación a Tiripetío hay que salir del asfalto pero en sentido contrario a la cabecera de la tenencia. De ahí, transitar seis kilómetros aproximadamente de una brecha que está en pésimas condiciones, por lo que se tiene que conducir con precaución para no dañar los neumáticos del vehículo.

En la brecha, inmediatamente se percibe el clima semi-árido y un ambiente lejano a la metrópoli, pues durante el camino se cruzaron liebres y aves distintas a las citadinas, además de que se pudieron apreciar algunas yeguas con sus potrillos prácticamente en estado salvaje, los cuales también se refrescan en los bordos abrevaderos ya señalados.

Sin embargo, más allá del apoyo semanal con una pipa, la comunidad de Cuanajillo Del Toro, carece prácticamente de agua y sus habitantes desean tener el apoyo gubernamental para intentar nuevamente perforar un pozo profundo, que les libre de tan desgastante situación.

Cabe recordar que en 2011, de acuerdo a archivos periodísticos, el ganador de la sección michoacana en el Noveno Festival Internacional del Cine de Morelia (FICM) con el documental “Cuanajillo, La Historia sin Agua”, Honorato Ortíz, revelaba que la población no contaba con agua desde tres generaciones atrás.


Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia



También señalaba que a través de una asociación civil realizaron un evento para recaudar fondos y lograr que Cuanajillo fuera una comunidad sustentable, dado que los gobiernos federal, estatal y municipal no habían hecho nada.

Hoy, parece que la situación quizá está peor que en 2011, pues las 50 familias de Cuanajillo Del Toro podrían estar a merced del coronavirus Covid-19, dado que el lavado constante de manos y el aseo en general es básico para evitar los contagios.

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