Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Selene pausa una y otra vez la entrevista. Se le corta la voz, todavía le cuesta trabajo recordar sin llenarse de sentimientos. Toma valor y habla, cuenta a detalle cómo hace poco más de dos años fue víctima de la violencia digital y de una violación a su intimidad sexual.
Todo comenzó cuando conoció en una fiesta a un chico que era de su agrado. Selene era menor de edad y se dejó llevar por el enamoramiento como cualquier adolescente. Al romance le prosiguió el intercambio de fotos, primero de sus rostros, y después de partes más íntimas del cuerpo.
“A mí me gustaba y por lo mismo no lo pensé dos veces, yo se las di con toda la confianza y por la creencia de que él me quería también; sin embargo, no fue así. Ya después de pasárselas, me empezó a tratar mal, a hablar con groserías”.
Lo que vino después fueron amenazas, acoso y chantajes. A Selene se le advirtió que si no compartía más fotos íntimas, serían publicadas a través del internet y las redes sociales las que ya se encontraban fuera de su poder.
“Después de eso me puse mal y no sabía qué hacer, al final decidí no pasarle ni una fotografía más y fue cuando esta persona publicó unos videos donde mostraba todo el material que le había compartido”.
Ése fue en realidad el inicio. A raíz de la publicación, Selene no podía asistir a ninguna fiesta o reunión social sin que las burlas aparecieran, los señalamientos y las etiquetas. Selene optó por aislarse y estuvo un año alejado de todo y de todos.
Cuenta que el pedir ayuda a su familia fue de las cosas más difíciles que vivió durante el proceso, pues aunque sus padres le otorgaron el respaldo y la confianza, en el fondo sabía que algo había cambiado y se cuestionaba la manera en que era vista a partir de ese momento.
Fue su padre quien se encargó de tener un acompañamiento al 100 por ciento. Juntos acudieron a la Policía Cibernética de la Fiscalía General del Estado (FGE) y se procedió a eliminar el contenido sexual del internet.
A Selene y a su familia se le ofreció pasar a una segunda instancia: demandar a cada una de las personas que se encargaron de difundir las fotografías y videos. Selene se negó a hacerlo, ya no quería saber más del tema.
Pocas denuncias
La Ley Olimpia, que busca castigar hasta con 8 años de cárcel a quien capture y comparta imágenes, audios o videos de la intimidad sexual o genital de una persona sin su consentimiento, entró en vigor en Michoacán apenas el pasado 14 de enero.
Sin embargo, desde antes ya existían recursos legales para castigar a quienes ejercen violencia digital. No obstante, son pocas denuncias las que se siguen presentando, pues según datos de la Fiscalía General del Estado (FGE), en 2019 solamente se registraron 39 carpetas de investigación relacionadas con ataques a la intimidad.
De la misma forma, la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV) informó a El Sol de Morelia que el año pasado solamente se presentaron dos casos relacionados con el tema y los cuales actualmente todavía se encuentran bajo investigación.
A decir de la titular de la CEEAV, Cristina Cortés Carrillo, el bajo índice obedece a que todavía hay temor de las víctimas para denunciar “se trata de un reto importante que tenemos en el estado, el lograr generarles confianza de que van a ser acompañadas, de que se les atenderá con respeto y eficiencia”.
Sin embargo, Cortés Carrillo ve como un avance importante la entrada en vigor de la Ley Olimpia, pues resaltó que se trata del reconocimiento de una nueva modalidad de violencia que está relacionada con el uso de la tecnología y de las redes sociales, ya que aseveró que éstas se utilizan en muchas ocasiones para acosar, amenazar y hostigar.
“Que a ninguna chica le vuelva a pasar”
Tras la experiencia, Selene cuenta que ahora puede ver la situación con más tranquilidad y de una manera reflexiva. Dice que le gustaría que ninguna mujer volviera a pasar por lo mismo que ella, y que si llega a suceder, se atrevan a hablarlo, a no dejarlo pasar.
También se ha vuelto más preventiva. Ha aprendido a conocer a los hombres, su manera de hablar y comportarse, tomar las señales y detectar a quienes no saben respetar la privacidad y la confianza que otra persona les ofrece.
Selene se resguardó por un año, lloró, se escondió y muchas veces se lo reprochó. “Dolió, y dolió mucho” reconoce. Pero al día de hoy, dice que se atreve a decirlo, a no pausar más esta entrevista. Y ante la pregunta de qué fue lo que le dejó toda esta situación, no duda en enorgullecerse de que están frente a una mujer más fuerte.
Ley olimpia
La Ley Olimpia, que busca castigar hasta con 8 años de cárcel a quien capture y comparta imágenes, audios o videos de la intimidad sexual o genital de una persona sin su consentimiento.