Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Para el secretario de Gobierno de Michoacán, Carlos Torres Piña, el objetivo central de esta administración sigue siendo el reducir los altos índices de criminalidad que aún mantienen a la entidad como una de las más violentas del país. Para lograrlo apenas se dan los primeros pasos, reconoce en entrevista exclusiva, y ejemplifica que Zitácuaro es el único municipio que cuenta con el número mínimo de policías locales que recomiendan organizaciones internacionales.
Desde su función como encargado de la política interna ha tratado de convencer a los alcaldes para que se adhieran al Fondo de Fortalecimiento para la Paz (Fortapaz) que en este año tendrá una bolsa de 954 millones de pesos, solo que esa labor no ha resultado sencilla. Presidentes como el de Huetamo, Pablo Varona Estrada, se han quejado de sobreprecios en el esquema de compras consolidadas, pero Torres Piña dice que es lo contrario, que gracias a esas reglas pueden comprar equipamientos al mayoreo y más baratos.
Aclara que el 30 por ciento de lo que aportan los municipios para ese programa debe ser para contratar elementos policiacos. “Es preocupante que luego se quieran desatender de ello”, reprocha, y señala que hay algunos que de plano no cuentan con un solo policía.
Otra de las banderas del actual gobierno es impulsar la autonomía política y financiera de los pueblos indígenas. Subraya que las comunidades tienen el derecho a elegir a sus autoridades y operar su propio dinero, para lo cual se reformó la Ley Orgánica Municipal para que los pasos sean más sencillos.
“Está funcionando bien, en Comachuén ya van por su tercer gobierno autónomo, están haciendo más obra con empleos para ellos mismos”, celebra. También reconoce ciertas resistencias de presidentes municipales que traban los procesos, pero es algo que ve contradictorio, pues históricamente no han querido invertir en dichos pueblos. Sobre la seguridad para los autogobiernos, detalla que en Tarecuato se certificaron a los policías y lo tomaron como modelo para la capacitación de las rondas comunitarias. El nacido en Paracho afirma que independientemente de estos procesos institucionales de certificación, las comunidades autónomas tienen la gran ventaja de que sus mismos habitantes avalan a los policías, algo que no ocurre en ningún otro lado.
Deja en visto a Silvano
En el orden político, Torres Piña no se quiere enfrascar en polémicas iniciadas sobre todo por el exgobernador Silvano Aureoles Conejo, quien ya lo calificó entre los “traidores al cardenismo” y lo ha responsabilizado de su propia seguridad. “Lo único que queremos es recuperar a Michoacán ante el desastre que nos dejaron”, dice el secretario, y presume que ya saldaron el déficit financiero, además de pagar las nóminas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y las del magisterio. “Estamos al corriente con los maestros, por eso ya no hay tantas protestas”, añade Torres Piña, a quien observadores políticos le achacan haber metido la mano en la reciente renovación de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
En la charla, Torres Piña insiste en que sí hay demandas contra la administración anterior ante instancias como la Fiscalía General de la República (FGR), la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), autoridades que habrán de resolver cada caso: “si se tardan unos meses o varios años, ya no es algo que nos competa… no nos vamos a enganchar en eso”, ataja.
Se va, pero no tan rápido
Carlos Torres Piña no niega que llegará el momento en que abandone su actual cargo para buscar otros rumbos, solo que faltan meses para que se llegue el momento. No solo es él, sino otras personas del gabinete que buscarían colocarse en cargos de elección popular. Y si hay fuga masiva, ¿quién le dará continuidad al proyecto?, se le cuestiona. “Tenemos que aprovechar al máximo este año, ya tenemos estabilidad y orden financiero, estamos impulsando obra pública a corto plazo y todo eso va a consolidarse ya”, responde.
¿Lo veremos como senador?, se le cuestiona de forma directa, a lo que dice: “A lo mejor en un año se toman esas decisiones, pero ahora estamos muy metidos en el trabajo”.