Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La población estudiantil vulnerable al consumo de drogas o sustancias nocivas en Michoacán oscila entre los 15 y 19 años, es decir, alumnos que cursan secundaria o bachillerato de acuerdo a datos de la Secretaría de Educación del Estado (SEE). Sin embargo, no existe información precisa o un diagnóstico que sirva para dimensionar la problemática.
De acuerdo al presidente de Mexicanos Primero, Erik Avilés Martínez, el de las adicciones es un fenómeno que se ha estudiado poco en Michoacán, a lo que agrega que en este año y medio de pandemia ha resultado más difícil hacer una encuesta al interior de las escuelas, por lo que no se cuentan con datos fidedignos o frescos en cuanto al nivel de penetración de estas prácticas en el sector educativo.
Los datos más recientes corresponden a la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Encodat) del 2016-2017, la cual refiere que estudiantes de quinto y sexto de primaria, secundaria y preparatoria mencionaron haber consumido alcohol alguna vez en su vida. En ese sentido, Michoacán ocupó el quinto lugar a nivel nacional con un 59.6 por ciento, por debajo de Ciudad de México, Jalisco, Estado de México y Tlaxcala.
La encuesta refiere que la entidad se posicionó en el décimo tercer lugar respecto a la prevalencia de tabaquismo en población de 12 a 65 años, respecto a los 32 estados de la República Mexicana, mientras que en el consumo de drogas el estado no figuró en el reporte.
El secretario técnico de la SEE, Marco Antonio Téllez Patiño, indicó que es una población importante que está en riesgo, por lo que el gobierno del estado, en coordinación con el DIF de Michoacán, ha hecho un llamado a la concurrencia de todas las dependencias para prevenir el consumo de drogas o bebidas alcohólicas a edad temprana.
Al preguntar sobre la realización de un diagnóstico, el secretario refirió que es un tema que debe ser tomado con cuidado e iniciar una cruzada para hacer intervención directa en los planteles y levantar un muestreo e identificar la cantidad de alumnos.
“Es una cruzada importante, un reto fuerte, pero hay una línea de trabajo de especialistas en pedagogía y salud para tratar este tema”, detalló.
Erik Avilés afirmó que falta más atención y actuar de parte de las dependencias educativas, de salud y de seguridad, ya que no hay cultura de promoción de salud, ni vigilancia a las afueras de las escuela.
Téllez Patiño y Avilés Martínez coincidieron en que el fenómeno de las adicciones en estudiantes es más recurrente en las urbes, ya que las ciudades son muchas más atractivas para la delincuencia por el mayor número de población.
“Que el área de inspección y vigilancia esté más al pendiente, así como seguridad pública y al interior de las aulas y hogares se brinde educación, concientización y orientación. Las adicciones hablan del abandono al que son sometidos los jóvenes por parte de la comunidad escolar y las familias”, finalizó Avilés.