Morelia, Mich (OEM/ Infomex).- Encabezada por el arzobispo Carlos Garfias Merlos, la misa de este domingo en la Catedral de Morelia tuvo como mensaje principal el llamado de la Iglesia católica para emprender una jornada de oración por la paz que concluirá el 31 de julio.
La iniciativa es la reacción de este sector religioso luego de que en días pasados dos sacerdotes jesuitas fueron asesinados por integrantes del crimen organizado en Chihuahua.
Garfias señaló ante los creyentes que deben encomendar ante Dios a los sacerdotes por la violencia que vive el país, pues varios han muerto o han sido intimidados por esa causa. En especial, hizo énfasis en los padres Javier Campos y Joaquín Mora, de 79 y 80 años de edad, respectivamente, quienes fueron asesinados junto a un laico en una iglesia de la comunidad de Cerocahui, en Chihuahua.
"Sabemos que el crimen organizado les ha quitado la vida", aceptó el arzobispo, para luego pedir que las oraciones sean dirigidas también por los inocentes, "por los niños, los mayores, los jóvenes. Nos han violentado injustamente, hay que poner a ellos en las manos de Cristo", dijo.
Añadió que los practicantes del catolicismo deben actuar como el buen samaritano "para ayudar a quien sufre y le duele, curarle las heridas y esforzarnos por atender de la mejor forma a quien más lo necesita".
Incluso, el sacerdote pidió la protección de la Virgen de Guadalupe y Tata Vasco, de quien hay un proceso para su canonización.