Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La mañana de este miércoles, autoridades gubernamentales rindieron un homenaje a los abogados defensores que fueron asesinados el 17 de noviembre de 2006 en el penal de alta seguridad David Franco Rodríguez, en la capital michoacana.
En aquella fecha, cuatro defensores públicos perdieron la vida después de ser rehenes de un grupo de presos que intentaban escapar de la prisión.
“La mejor forma de honrar la memoria de nuestros compañeros es trabajando con muchas ganas, siempre brindando un servicio humanitario y ponderando la aplicación de las leyes en su justo medio”, pidió el director del Instituto de Defensoría Pública del Estado de Michoacán (IDPEM), David Ochoa Baldovinos, al ofrecer una ofrenda en memoria de los defensores que perdieron la vida en cumplimiento de su deber hace 15 años.
El 17 de octubre del 2006 cuatro reos de alta peligrosidad recibieron una condena de 30 años de prisión y fueron procesados por los delitos de secuestro y delincuencia organizada. Al conocer la noticia, en un acto de desesperación, secuestraron a sus propios defensores y a otros más que en ese momento laboraban en el penal. En total, 15 abogados públicos y dos celadores fueron usados como rehenes.
El segundo día del secuestro la situación se salió de control, agentes de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) se vieron obligados a actuar para resguardar el orden e intentar lo posible para impedir que los reos agredieran a los rehenes. En la refriega los reos mataron a los defensores públicos Alfredo Fabián Sandoval, José Antonio Fernández Galván, Edgar Galíndez Hernández y Ulises Montañez Arias.
Los sucesos nunca han quedado claros, la versión oficial en su momento señaló que los reos comenzaron a disparar a los rehenes, ocho en total, tres de ellos murieron en el centro penitenciario, dos más fueron heridos de gravedad, uno más perdió la vida mientras recibía auxilio médico y sólo cuatro fueron rescatados con vida, mientras que un preso murió en la refriega.
Otra versión relata que a más de 24 horas de negociación los abogados esperaban salir con vida, pero los agentes de la AFI utilizaron un par de aeronaves para sobrevolar el penal, una de ellas aterrizó en el patio frontal del Cereso, lo que puso nerviosos a los delincuentes y comenzaron a disparar contra los rehenes.
Pedro Aguilar, uno de los defensores sobrevivientes, narró que tras ese hecho hay un antes y un después en el quehacer de los defensores públicos, tras lo cual se reconoció que el quehacer que ellos ejercen es de alto riesgo.
El entonces gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, ordenó que se les diera un incremento salarial del 100 por ciento a todos ellos, y que a partir de ese momento se creara el ahora Instituto de Defensoría Pública para fomentar su profesionalización continua y se abriera el servicio a otros rubros, como la asesoría familiar, civil y mercantil.