Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Tocamos el timbre de la casa número 12, en la calle Hacienda del Corralejo dentro de la colonia Lomas de Hidalgo, al poco tiempo una madre de la Congregación del Sagrado Corazón y de los Pobres, abre la puerta. Más tarde llega don Saúl, quien es el jefe del patronato de la Casa Hogar Soledad Gutiérrez de Figaredo y nos ofrece un recorrido.
Don Saúl explica que la Casa lleva alrededor de 84 años desde que su abuela la fundó en el año 1938, cuando un día caminando encontró a las madres de la Congregación y a los niños en pleno desalojo de su vivienda, que al verlo, les hizo una promesa.
“Los recogió en un hotel que tenían ellos en el centro, en el hotel Morelos, que es ahora Banamex y de ahí empezó el trabajo, ella les prometió que iba a hacer lo que fuera para reabrir la Casa y comenzaron a buscar hasta que encontraron este terreno y lo dan en donación”.
Asimismo, la Casa Hogar pasó después a manos de la mamá de Saúl Chávez Figaredo, quien estuvo frente a esta por más de 60 años, pero ahora es Don Saúl quien se hace cargo del lugar y funcionamiento de la Casa Hogar, ya que considera “fue mi herencia no platicada”.
Actualmente están albergados 35 niños que reciben desde los cuatro hasta los 12 años, donde estudian kínder, preescolar y primaria. La planta académica está compuesta por cuatro madres de la Congregación, profesores de los distintos niveles, además de atención psicológica y chofer.
En su mayoría, destacó Chávez Figaredo, los menores que llegan a la Casa Hogar suelen ser niños que viven en estado vulnerable, como abuso, drogas, padres en la cárcel, abandono, entre otros. En este sentido se les hace un estudio socioeconómico y se les asigna un tutor para que permanezcan bajo su cuidado.
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PARA SABER MÁS
• La casa hogar se fundó en 1938
• Tiene 84 años de dar albergue a niños
• 35 niños viven en la casa hogar actualmente
• Ex alumnos han logrado hacer una carrera profesional
• El albergue requiere de apoyo en efectivo
Por otro lado, la Casa Hogar cuenta con casos de exalumnos que lograron una educación profesional o que fueron adoptados con el apoyo de la Casa.
La nota con la que la gente recordó a las infancias
Hace algunos días, comenzó a circular la noticia sobre que la Casa Hogar se había quedado sin alimento para los niños, sin embargo, esta crisis existe desde el inicio de la pandemia donde tuvieron que hacerse recortes de presupuesto y algunas fundaciones que apoyaban la Casa retiraron esa ayuda.
Por otro lado, aclara Chávez Figaredo “la crisis reciente fue de un día, nos quedamos sin leche y dimos la noticia entre la familia, entre amigos, para ver como muchas veces, si entre nosotros resolvíamos, pero se salió de control. Empezaron a circular y gracias a dios, fue un milagro para nosotros, cuando nos empezaron a hablar de todos lados y gente que ni conocíamos y se volcó la ayuda, nosotros estamos agradecidos con dios y con la sociedad moreliana porque fue impresionante el apoyo”.
Con la respuesta de la ciudadanía, la Casa Hogar sigue recibiendo los alimentos, pero estos ya los están destinando a otros lugares donde se necesitan “vamos a estar en contacto con otras casas y con otros asilos para ancianos y vamos a tratar de distribuir lo más pronto que se pueda el excedente”.
¿Qué es lo que realmente se necesita?
Don Saúl remarcó que una de las mayores dificultades a las que se están enfrentando hoy en día con la Casa es la parte económica, pues, señala, “la gente está acostumbrada al mal manejo de recursos, pero nosotros tenemos 84 años dando el servicio y estamos reconocidos por las autoridades, siempre hemos estado trabajando de manera transparente y eso a nosotros nos sirve para que haya credibilidad, sin embargo es muy complicado recibir el apoyo económico”.
De este modo, el efectivo que se recibiría se usaría para pagar los servicios como agua, luz, internet, gas, nóminas, Seguro Social, Infonavit, reparaciones de la Casa y los víveres que cuando no hay, deben comprarse.
“Le pedimos encarecidamente a la gente que deposite en la cuenta de la Casa, que es una cuenta fiscal, de la cual nosotros damos cuentas a la Junta de Asistencia, además de Hacienda y tenemos la posibilidad de expedir recibos deducibles, al que la gente puede meterlo a su contabilidad para deducirlo”.
Chávez Figaredo destacó que es mucha la gente que pretende acercarse al proyecto con la idea de ayudar, pero en ocasiones, creen que los niños se encuentran en malas condiciones cuando esto no es así, y aunque se agradecen sus buenas intenciones, existen otras maneras más urgentes en las que solicitan el apoyo, como en la reparación de las lavadoras que ahora mismo están averiadas.
Finalmente, uno de los proyectos a futuro para la Casa es abrir la secundaria, para que así, las adolescencias más vulnerables puedan contar con el apoyo o, que los mismos niños continúen ahí su formación.