Morelia, Michoacán.-En honor a nuestros seres queridos, el Día de Muertos requiere una ofrenda especial. Desde las brillantes flores de cempasúchil hasta las fotos de seres queridos, cada elemento cobra vida en esta celebración única. Descubre los elementos esenciales que no pueden faltar para rendir un emotivo tributo.
Según el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) el culto a los muertos tiene raíces profundas en las antiguas civilizaciones mesoamericanas. Con la llegada de los españoles y la introducción del catolicismo, estas prácticas se fusionaron con las celebraciones cristianas de Todos los Santos y Fieles Difuntos.
Estructura y elementos del altar
El altar de muertos puede tener de dos a siete niveles, cada uno representando un plano de la existencia o un paso hacia el cielo.
Los altares de dos niveles simbolizan la conexión entre cielo y tierra, los de tres añaden el concepto de purificación en el purgatorio, pero el de siete niveles es el más profundo y simbólico, representando los siete pasos hacia el descanso eterno.
El agua apaga la sed del difunto y simboliza la purificación del alma. La sal protege el cuerpo y espíritu del difunto contra la corrupción. Las velas, en diferentes colores, iluminan el camino, de acuerdo al INPI.
El incienso o copal se enciende para purificar el ambiente y alejar a malos espíritus. Las flores embellecen el altar y simbolizan la fugacidad de la belleza. La flor de cempasúchil atrae a las almas con su color naranja y aroma embriagador. El papel picado representa el viento y lleva figuras alusivas a la muerte.
El pan de muerto simboliza el cuerpo de los difuntos y su forma circular representa el ciclo de vida y muerte. Se ofrece comida y bebida que el difunto disfrutaba en vida, como café, mole, barbacoa, chocolate, entre otros. Las fotografías y objetos personales evocan la identidad de los difuntos.
Se incluyen calaveras de azúcar o chocolate, que simbolizan la dualidad entre vida y muerte y se regalan con el nombre del difunto. También se colocan petates que son tapetes de fibras naturales que representan el elemento tierra, invitando a los difuntos a descansar y participar en el ritual de manera cercana.
Para finalizar, se coloca una cruz grande de ceniza para que el alma pueda expiar culpas pendientes. Este es para el altar del 1 de noviembre. Los altares de muertos son una manifestación de la riqueza cultural y la creatividad de los mexicanos. Cada región, cada pueblo y cada familia tiene su propia forma de hacerlos.