Morelia, Michoacán.- Luego de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declarara que existe una relación entre la Iglesia y el crímen organizado en Michoacán, el gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla, manifestó que no es partidario de estos encuentros.
En entrevista, el funcionario precisó que no está de acuerdo en que la Iglesia Católica sea un intermediario con los grupos delictivos "y les ofrezca el manto espiritual de la interlocución", toda vez que considera que no es correcto porque esto fomenta la influencia social que tiene la institución religiosa, así como "las malas prácticas".
Acotó que deben evitarse este tipo de encuentros puesto que el Estado no puede ser sustituido por ninguna asociación, así sea religiosa. "Basta con recordar -dijo- que la separación del Estado y la Iglesia se dio en la época de la Reforma".
El titular del Poder Ejecutivo indicó que esta pregunta debe estar dirigida a la secretaria de Gobernación Federal, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, "y no para el gobernador de Michoacán, pero con mucho gusto damos respuesta porque tengo mis convicciones claras y precisas".
En cuanto a los acercamientos con autoridades eclesiásticas del estado, Ramírez Bedolla informó que se han llevado a cabo mesas de diálogo con el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, y con los demás obispos para trabajar juntos por la seguridad pero no por medio de encuentros con organizaciones de carácter delictivo.