Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Con la inminente entrada de una nueva administración en el gobierno de Michoacán, la lucha de las comunidades indígenas se centrará en consolidar la autonomía municipal y estatal, lo que derivaría en un presupuesto directo que se calcula en mil 854 millones de pesos, y no los 24 millones que actualmente se canalizan, 20 de los cuales se quedan en gastos y sueldos de la burocracia.
Así lo manifiesta el activista Pavel Uliánov Guzmán Macario en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se celebró este 9 de agosto. Como ya lo ha señalado en otras ocasiones, apunta que el gobierno del estado le otorga más recursos al Zoológico de Morelia que a los hablantes de una lengua indígena en el estado, situación que pretenden cambiar con acciones de resistencia, juicios, tomas de instituciones o bloqueos de vías de comunicación, “porque es la única alternativa que históricamente nos han dejado”, ataja en entrevista.
Refiere que al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y a la Comisión Estatal para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CEDPI) se les ha reducido el 70% y 80% de su respectivo presupuesto en los últimos tres años, lo que los convierte en elefantes blancos que lejos de aportar, perjudican para el bienestar de las comunidades originarias.
De acuerdo con el más reciente Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en Michoacán hay más de 150 mil habitantes que hablan una lengua indígena, con lo cual, “por ley corresponde un presupuesto de mil 854 millones de pesos y no las migajas que actualmente se dan”, reclama Guzmán.
Para el vocero del Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM), la clave que puede revertir el rezago social y económico está en lograr la autonomía presupuestaria, un proceso que actualmente se ve reflejado en 15 consejos de gobierno comunal ya instalados pero que va por más, al margen de lo que considera un segundo paso: la autonomía estatal, es decir, que desaparezca el CEDPI y su presupuesto aterrice íntegro en los pueblos originarios.
“El primer paso es la autonomía municipal, pero ahora vamos a exigir la autonomía regional, que se traduce en el presupuesto estatal, que los mil 854 millones de pesos se entreguen de forma directa a los pueblos”, sostiene el activista, fondos que se usarían, dice, principalmente para obra pública.
Guzmán Macario subraya que está comprobado que cuando un pueblo indígena maneja sus recursos, los indicadores sociales mejoran. “El 80 por ciento de los actos delictivos se abaten”, ejemplifica, y pone el caso de Cherán como paradigma. Por ello, el grupo al que pertenece insistirá en los autogobiernos, con lo cual una comunidad de entre 5 mil y 10 mil habitantes podría administrar cerca de 10 millones de pesos, pues les corresponde un 30 por ciento de los recursos municipales. La diferencia es sustancial, pues actualmente el municipio aporta menos de un millón de pesos.
Aprovecha para desmentir que con esta estrategia los pueblos derrochen los recursos. “Es mentira que se vayan a gastar todo en fiestas, porque son recursos etiquetados que se deben comprobar por cada rubro”, ataja.
Los consejos comunales en el estado operan en pueblos como Nurio, Cherán, Tanaco, Pichátaro, San Felipe de los Herreros, Arantepacua, Urapicho y Pomacuarán, y en ese proceso se encuentran Turícuaro, Jarácuaro y San Andrés Tziróndaro, quienes próximamente tendrán asambleas para decidirlo.
“En esos pueblos ya se logró la autonomía municipal; lo que sigue es la estatal, por eso al nuevo gobierno le vamos a exigir que desaparezca a la CEDPI y entregue de forma directa ese presupuesto”.
Por último, señala que la lucha indígena también es territorial, por lo que no dejarán de reclamar lo que “intereses oscuros” les quieren despojar, sobre todo en temas de uso de suelo. Pone sobre la mesa la siembra indiscriminada de aguacate, pero también los sembradíos de berries en la Cañada de los Once Pueblos y de papa en la zona de Pichátaro.
De acuerdo con estudios del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en Michoacán más del 70% de la población indígena está en la pobreza, 42% sufre de pobreza alimentaria y más de la mitad carecen de servicios básicos.