Morelia, Mich. (OEM-Infomex).- La corporación municipal de Protección Civil de Morelia no realiza revisiones de inspección a ningún establecimiento que no cuente con una queja ciudadana por falta de medidas de prevención, pues a decir del titular de la coordinación, Alejandro Hernández Álvarez, el personal de área está ocupado en temas de incendios y construcciones al interior del municipio.
Tras la explosión del área de cocina en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de Atapaneo, en el municipio de Charo, el funcionario municipal deslindó a la corporación a su cargo de las tareas de supervisión, pues señaló que el hospital es de jurisdicción estatal y admitió que a nivel local tampoco se realizan inspecciones en hospitales, ni algún otro sitio.
Explicó que la corporación a su cargo sólo acude a la revisión de establecimientos tras previa queja de la ciudadanía debido a que no cuentan con el personal suficiente para desplegar en los más de 40 mil giros comerciales del municipio, además resaltó la participación de inspectores municipales en los operativos de bares y restaurantes contra el Covid-19.
El funcionario municipal agregó que otra de las causas por la que no existe una inspección periódica de los negocios en Morelia, es debido a que durante los primeros tres meses del año se lleva a cabo el periodo de renovación de licencias de funcionamiento, entre los requisitos que pide la autoridad para continuar operando se encuentra el visto bueno de protección civil, a través de un dictamen hecho por un perito externo al municipio.
“Cada año cualquier negocio debe de presentar sus dictámenes estructurales, eléctricos, de gas, programas internos, ellos vienen a Protección Civil con su documentación que lo avala a través de un tercero, un consultor externo, quien avala el buen funcionamiento de las instalaciones, eso es lo que nosotros tenemos aquí como corresponsabilidad”, manifestó.
Es decir que, en ninguno de los casos el gobierno capitalino certifica si los negocios a los que se les entregan o renuevan sus licencias de funcionamiento en realidad cuenta con las medidas de prevención necesarias a cualquier tipo de accidentes, sino que se confía en inspectores privados que llevan su documentación.
En la pasada administración municipal, el ex titular de Protección Civil de Morelia, Rogelio Rangel Reguera, denunció que con este modelo de entrega de dictámenes sin supervisión se detectaron decenas de negocios que no contaban con las prevenciones necesarias, debido a que otros gobiernos tampoco revisaban que en realidad se cumpliera con lo expuesto.
Entre las medidas con las que debe contar todo negocio, de cualquier giro, para poder operar se encuentra señalética que indique entrada y salida de emergencia, extinguidores, instalaciones de energía correctamente puestas, así como de gas y agua potable y un dictamen estructural que certifique la resistencia del inmueble ante cualquier eventualidad.
Mientras vence la fecha para la renovación de licencias, hasta finales del mes de marzo, la corporación municipal no se comenzará a checar si todos los negocios operando en Morelia cuentan con las medidas de protección necesarias para laborar, esto únicamente se realizará cuando la corporación participe en operativos conjuntos con otras dependencias para la revisión de aforos por prevención al Covid-19.
En estos casos, cuando sí se revisa que el dictamen de protección civil de cada negocio esté en orden y que los establecimientos cumplan con las medidas. Aquellos que no cumplen con el reglamento reciben un apercibimiento, sin que esto les impida continuar operando, pues tienen un plazo de 72 horas para cumplir con la falta expuesta.
Hernández Álvarez admitió que hasta un tercer apercibimiento se clausuran los espacios considerados como peligrosos para la población; entre los meses de septiembre 2021 y enero 2022, la coordinación municipal de Protección Civil inspeccionó cuatro mil negocios de todo tipo, de los cuales el 30 por ciento no contaba con dictámenes protección civil actualizados.
Los establecimientos con mayor número de faltas son del giro C - con permiso para la venta de bebidas alcohólicas, quienes llegan a ser más renuentes para cumplir con la normativa, mientras que establecimientos como tiendas de conveniencia y farmacias son quienes suelen seguir la forma al pie de la letra.
