Morelia, Mich. (OEM Infomex).- El movimiento obrero en el mundo surgido en 1886, gestado en Chicago, Estados Unidos, ha sido la remembranza de un salario justo para el trabajador y su seguridad laboral que cada 1 de mayo sindicalizados reclaman al patrón con manifestaciones en todas partes del mundo.
El recordatorio del trabajador al patrón este año fue diferente, pues la propagación del virus de Covid-19 obligó a manifestantes recordar el movimiento de una forma diferente. Manifestaciones desde ventanas, letreros colgados en balcones, trabajadores con cazuelas y cubiertos con cubrebocas fue la constante.
Este 2020, no hay marchas presenciales, hay manifestaciones virtuales; este año, la exigencia es diferente aunque en Michoacán no fue así.
En el estado a sindicalizados de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) poco les importó la curva de contagios por coronavirus que sus agremiados tengan, pues osaron evadir el “aislamiento obligatorio” y formar una valla humana donde el contacto entre uno y otro fue inevitable.
Desde 1886, el Día del Trabajo se recuerda por la muerte de un grupo de sindicalistas que fueron ejecutados en Chicago tras protestar por injusticias cometidas en sus lugares de trabajo, pero siempre en las calles.
En México, a finales de la década de los 20’s y principios de los 30’s, los sindicatos que fueron creados por los partidos políticos, comenzaron a marchar esta fecha con el propósito de rendirle pleitesía al gobierno en turno, desde entonces es costumbre que las calles se llenen de trabajadores para protestar.
Así lo narró el dirigente del Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana (SUEUM), Eduardo Tena Flores, quien explicó que desde la formación de las grandes organizaciones obras como la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM); Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC); Unión Nacional de Trabajadores (UNT); Frente Auténtico del Trabajo (FAT); Nueva Central de Trabajadores (NCT); Confederación Autónoma de cada 1° de mayo se usaba para ovacionar a los gobiernos en turno.
Recuerdo que los presidentes de la República salían a saludar a los trabajadores y los trabajadores se quitaban el sombrero para rendirle homenaje al Presidente de la República
Sin embargo, a finales de la década de los 70’s se formaron los sindicatos independientes democráticos que no coincidían con las centrales obreras y retomaron al 1° de mayo para marchar en protesta de las violaciones laborales de los agremiados, tanto en Michoacán como en México.
“Nosotros volvimos a levantar ese primero de mayo con marchas de protestas y no de pleitesía como se acostumbraba”, aseguró para reiterar que a partir de este salto se logró un sindicalismo “más maduro que lucha por la defensa de los trabadores”.
Por su parte, respecto a la lucha sindicalista, el secretario general del Sindicato de Empleados Municipales, Administrativos y Conexos de Morelia (SEMACM), Jorge Molina Bazán, reconoce que la fecha del 1° de mayo “está muy desgastado”, pues es el día en que los trabajadores expresan sus molestias y, por lo tanto, “no son escuchados” por la autoridad patronal.
Para el también dirigente de los trabajadores del municipio de Morelia y representante de la Federación de Sindicatos al Servicio del Gobierno del Estado y Municipios el sindicalismo ha cambiado, ya que ahora las organizaciones responsables buscan contribuir y no depender de los gobiernos para que les resuelvan sus exigencias.
“Nosotros buscamos que la administración gaste menos; buscamos que con la mano de trabajo existente sea suficiente para sacar las tareas de trabajo en el municipio de Morelia; también, buscamos cómo aprovechar los recursos para dar mejores resultados”, puntualizó referente al trabajo de los empleados municipales de Morelia y la propuesta de contribuir antes de exigir.
Según Molina Bazán, con el presidente municipal de Morelia, Raúl Morón Orozco, este modelo de trabajo ha fluido en el Ayuntamiento, no fue el mismo caso del gobierno anterior encabezado por Alfonso Martínez Alcázar, quien prefirió confiar en la iniciativa privada antes que en sus trabajadores municipales, recuerda el líder.
“La forma de trabajar fue diferente, los independientes (como se hizo llamar la administración anterior) contrataron empresas privadas” para realizar trabajo en la ciudad que podría haber realizado el sindicato.
En contraste, el secretario general del Sindicato Democrático de Empleados Municipales de Morelia (SIDEMM), Ernesto Santamaría Reyes, opinó que las administraciones van y vienen en el Ayuntamiento y no cambia la postura de ahorro a costa de los empleados, por eso, así como en el pasado, “el sindicalismo sigue vigente en la actualidad”.
“Las Juntas Locales son manejadas por el Estado; al tener la línea gubernamental, las sentencias son favorecidas para la patronal; ha cambiado que, los empleados tienen el derecho de demandar, pero los juicios son muy largos”, detalló Santamaría Reyes.
Cabe destacar que el SIDEMM continúa, después de siete años de lucha, con litigios por los salarios caídos de sus agremiados, quienes al separarse del sindicato mayoritario del Ayuntamiento y conformar una nueva organización dejaron de percibir bonos y despensas, a pesar de que la ley contempla que el trabajador tiene derecho a trato igualitario.
Otro problema de la actualidad es que, con el cambio de administraciones, los titulares de la Secretaría de Administración pueden despedir a cualquier trabajador; el empleado tiene el derecho de demandar; el resultado son recontrataciones con salarios caídos, explicó el dirigente desde la perspectiva de un sindicato que no es el mayoritario.
“Se hace una cadenita que lastima mucho a las administraciones; la patronal le falta tener tacto para negociar y cuidar de las leyes para no heredar problemas”, aconsejó Ernesto Santamaría., referente a la problemática de laudos caídos que enfrenta el Ayuntamiento desde hace tres administraciones municipales.
Para el líder del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo (STASPE), Antonio Ferreyra Piñón, “el sindicalismo está más fuerte que nunca”, muy a pesar de que gobierno estatal intenta debilitarlos con la aplicación de huelga a puertas abiertas que creó la Junta de Conciliación y Arbitraje, en la cual, los recursos humanos protestan, pero siguen en sus puestos de trabajo y con sus labores.
Debilita porque el estado no nos toma en cuenta al sacarles el trabajo; los líderes estamos para velar que no se violen los derechos de los trabajadores y vigilar que las condiciones sean las mejores
Sobre esta modalidad de huelga a puertas abiertas, el secretario general del SUEUM expuso que el derecho a la huelga es la fuerza que tiene el trabajador para poder presionar al patrón y obligarlo a cumplir con lo que establece las leyes; y ahora esa posibilidad es nula.
Pese a ello, los líderes coinciden que en México y Michoacán la lucha “sigue y sigue” por el sindicalismo que exige mejores condiciones laborales y salarios dignos.