¿Por qué es tan importante el Hombre Coyote de Tacámbaro?: aquí te decimos

La pieza se encontró hace 30 años en la colonia Lomas de Canícuaro y hasta este 2022 el INAH podrá estudiarla

Iván Ibarra | El Sol de Morelia

  · jueves 27 de enero de 2022

Escultura del Hombre Coyote encontrada en Tacámbaro | Foto: Fernando Maldonado | El Sol de Morelia

Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó este lunes de la recuperación de una pieza de piedra en la que se representa a un Hombre Coyote, el cual se encontró desde hace 30 años en Tacámbaro y permanecía en un domicilio particular.

Este caso generó controversia entre los que buscaban que la pieza se mantuviera donde se encontró y los que vieron con buenos ojos la intervención del instituto.

Escultura del Hombre Coyote encontrada en Tacámbaro | Foto: Fernando Maldonado | El Sol de Morelia

Sin embargo, la importancia de esta pieza va más allá de un debate, pues esta representa el patrimonio de los antiguos prehispánicos y es parte fundamental del entendimiento de las culturas pasadas.

El doctor arqueólogo José Luis Punzo Díaz, quien forma parte del cuerpo de investigadores del INAH, explica para este medio la relevancia de la recuperación de este Hombre Coyote, dando a conocer los detalles que hasta el momento se tienen de esta escultura.

Origen, historia y significado

Este Hombre Coyote, se encontró por primera vez hace 30 años en un domicilio privado en la colonia Lomas de Canicuaro en Tacámbaro durante el arreglo de las tuberías de dicha casa.

La figura representa un hombre sentado en un taburete, el cual cuenta con una cabeza de coyote y los brazos cruzados.

Hasta el momento, no se ha definido si esta es una figura antropozoomorfa o es un hombre que cuenta con un tocado con forma de coyote.

Según lo dicho por Punzo Díaz, esta pieza es una de las más grandes descubiertas en el estado, tomando en cuenta el Chac-Mool encontrado en Ihuatzio a principios del siglo XX y está inspirada en su totalidad en la cultura uacúsecha, también conocida como purépecha.

A pesar de que no existe aún un fechado definido de su creación, hasta el momento se define que se pudo haber fabricado durante el periodo posclásico tardío, alrededor del año 1450, entre la llegada de los españoles y su consolidación en la antigua Mesoamérica.

Aunque existen bastantes piezas en las cuales esta cultura representó al coyote, hasta el momento, se desconoce a ciencia cierta el significado del papel que juega este animal en la cosmovisión tarasca, por lo que el estudio de la escultura tendrá relevancia en esta relación.

“Sabemos que los Señores Águila fue la élite gobernante del Imperio Tarasco, según la Relación de Michoacán, pero aún no sabemos cuál era la relación que existe entre la cosmogonía uacúsecha y los coyotes. Existe Ihuatzio que significa Tierra de Coyotes y hemos encontrado muchas piezas con este cánido, pero hasta hoy, no sabemos cómo relacionarlos”, expresa el arqueólogo.

Aún no se cuenta con la información completa, sin embargo, Punzo Díaz afirma que lo más probable es que dicha escultura tenga propósitos religiosos.

La importancia de su recuperación

Con la recuperación de esta pieza por parte del INAH, Jose Luis afirma que el mayor beneficio que se podrá contar es con la exhibición de la pieza pues asegura que antes, “se encontraba en una cochera de unos particulares, donde nadie podía apreciar esta pieza más que los dueños de la casa”.

Para ello, la dependencia se encargará de colocar esta estatua en un museo o lugar público, para que esté al alcance de todos los que estén interesados en admirarla.

También, ya en manos del instituto se comenzará con un trabajo de restauración y conservación, pues la pieza llegó “muy dañada”.

Piezas arqueológicas son Patrimonio de la Nación

Punzo Díaz afirma que según la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, son propiedad del Estado Mexicano, sin embargo, los particulares pueden conservar dichas piezas con la documentación requerida.

“Todos las obras hechas antes de la influencia hispana, son propiedad de la Nación. Todos los particulares pueden custodiar piezas arqueológicas, siempre y cuando se lleve a cabo el registro de las piezas y se otorgue una concesión de la INAH”.

Aunque el retener una pieza arqueológica no representa una falta grave, Punzo asegura que en caso de romper o dañar una de ellas durante la búsqueda de las piezas o no registrarlas, las autoridades competentes pueden realizar multas económicas o hasta imponer cárcel contra quien resulte responsable.

Por ello, el arqueólogo invita a la población a realizar el trámite necesario para registrar sus colecciones en caso de tenerlas y evitar en mayor medida las “búsquedas de tesoros y de piezas”, pues afecta a la investigación científica que el INAH realiza sobre estos vestigios de la cultura prehispánica.