Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La tarde de este jueves fue aplazada por octava vez la audiencia de juicio de desahogo de pruebas en contra de Martín M., presunto autor material de Guadalupe del Toro, quien era su esposa.
“Nadie se da cuenta que es fuerte hasta que ser fuerte es lo único que te queda”, mencionó en entrevista Verónica, hermana de la víctima de feminicidio hace 646 días y por lo cual los familiares exigen la pena máxima.
El desahogo de pruebas se lleva a cabo desde el 21 de mayo de 2021, pero una vez más la audiencia fue suspendida por el cambio de defensores públicos que por sexta ocasión realiza Martín M. “Cambiar de defensa una y otra vez son estrategias para que los procesos se alarguen, para hacerlos cansados, para seguir controlando y seguir ejerciendo poder sobre las víctimas, al obstruirles el derecho a la justicia”, lamentó Verónica.
Con la voz entrecortada, temblando, la hermana mayor de Guadalupe consideró que el mensaje que se da a las mujeres víctimas de violencia, con la inoperancia de las autoridades judiciales, es que los derechos del imputado están a salvo. “El derecho de las víctimas indirectas para accesar a una justicia pronta y expedita no existe” dijo, pues ni ella ni sus otras nueve hermanas encuentran el sosiego que los justiciables deberían otorgar.
Del Toro Morales sostuvo que cada audiencia es un desgaste, advertencia que a su vez le hizo el personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) al momento de sugerirle que aceptara un procedimiento abreviado, pese a ser un feminicidio. No obstante, la sentencia que recibiría Martín sería mucho menor a la que realmente merece, por eso se negaron a aceptar.
En la audiencia que se llevaría a cabo este jueves se iban a recabar diversos testimonios de prueba sobre el caso, sin embargo, el aplazamiento brindado por el juez hasta el 29 de octubre a las 9 de la mañana, recrudece la violencia que ejerce el propio inculpado, destacó Verónica.
El 24 de diciembre de 2019 se reportó la desaparición de María Guadalupe del Toro en la capital michoacana. Luego de seis días de búsqueda, personal de la FGE encontró su cuerpo en la zona conocida como La Aldea, al noreste de Morelia, con rastros de asfixia mecánica por estrangulamiento.