Huiramba, Michoacán (OEM-Infomex).- Pobladores del ejido Huatzanguio, municipio de Huiramba, hicieron frente a los talamontes de la región con la intención de poner un alto al desastre ambiental y a la destrucción de las calles por las que circulan los camiones cargados de madera. Entre lunes y martes la situación se vivió álgida por haber detenido varias camionetas cargadas con madera.
Carlos Andrade, uno de los pobladores, dijo que estas acciones son porque ni el gobierno del estado ni el federal hacen nada para detener el saqueo de madera que ocurre “frente a las narices” de los ejidatarios.
“Esto lo hacemos por estamos cansados de ver pasar los camiones de madera de nuestros bosques que por años hemos cuidado y han cuidado nuestros padres y abuelos. El gobierno del estado no hace nada por los recursos naturales, al contrario, nos olvidan y son condescendientes con los aguacateros”, denunció el ejidatario.
En Huiramba, los pobladores han denunciado varios desastres ecológicos a partir del cultivo de frutillas y el aguacate en las zonas cerriles. En lugar de aplicar la ley, dicen, han visto que las cosas ocurren al revés, pues las instituciones de gobierno fomentan la expansión de cultivos invasores con los que se genera el cambio ilegal de uso de suelo.
En esta ocasión los ejidatarios decidieron tomar la solución en sus manos y detener el trasiego de madera ilegal; siendo de las primeras comunidades que toma en sus manos la aplicación de la justica en un esfuerzo por contener el desastre ambiental que viven en sus propias tierras.
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Los ejidatarios detuvieron varios camiones y camionetas que bajaban cargados con trozos de madera y leña desde el Cerro del Águila, al poniente de Morelia. Después de varias horas de tensión, llegaron al acuerdo de regresar las unidades con la condición de no molestar más a los pobladores de este ejido ni utilizar esos caminos, por lo que se retiraron del lugar.
“La gente vio con alegría el movimiento que hicimos, a los talamontes se les dijo que ya no nos gusta que talen el cerro del Águila, y aunque puedan tener permiso, son daños al medio ambiente, por eso la gente ya no les va a permitir el paso, porque es un riesgo que pasen por aquí”.
Más tarde, los mismos ejidatarios compartieron en entrevista exclusiva que lejos de cumplir su palabra, los talamontes optaron por otra vía más drástica, pues están buscando amedrentar a los principales cabecillas del movimiento para amenazarlos y obligarlos a desistir.
José, uno de los ejidatarios amenazados, explicó que después de la jornada de lucha, en su propia casa recibió una visita incómoda: “Cuando regresaba de andar en el trabajo, estaba una camionetita esperando en mi casa, era el ingeniero Pedro Talavera, el comisariado ejidal de Huazanguio y encargado de vigilancia; estaban adentro de mi propiedad, dijeron que fueron a hablar de manera pacífica, pero cuando les expliqué que yo no tenía nada que ver con la manifestación, me dijeron que me cuidara o que de lo contrario ellos iban a proceder”.
Aseguró que esta situación se hará del conocimiento público y se interpondrá una denuncia penal, porque él se siente amenazado dado que sólo fue a acompañar a la gente en la manifestación, pero no es dirigente ni es de los iniciadores de este movimiento.
Ante tales circunstancias, los ejidatarios temen por la integridad de ellos mismos y la de sus familias, ya que afirman que las personas que están devastando los bosques de esa región tienen nexos con grupos criminales que podrían amedrentar a la población. Si esto ocurre, la región de Huiramba pronto se convertiría en una zona más de Michoacán donde se viva un éxodo de la gente.
Jose asegura que se van a mantener firmes, y si tienen permiso para talar los árboles es un acuerdo que seguramente tienen con el gobierno del estado. “Aquí no queremos que pasen y no queremos que sigan circulando por nuestra comunidad, si alguien les vendió la madera es asunto de ellos, nosotros no vamos a seguir permitiendo que los camiones circulen por nuestros bosques”, concluyó.