Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Las calles de esta ciudad, como muchas otras, revelan los contrastes de una sociedad dispar. No es algo novedoso, sin embargo, a últimas fechas ha incrementado el número de personas en situación de calle, quienes piden auxilio en los cruceros o venden productos económicos mientras hay un semáforo en rojo.
En algunos casos se trata de personas sin hogar, pero también hay presencia de inmigrantes centroamericanos que llegan a la ciudad como un punto intermedio en su intento por arribar a Estados Unidos.
Aunque no hay un registro oficial de los centroamericanos que han llegado a Morelia, el Instituto Nacional de Migración (INM) en el estado ha detectado que en la mayoría de los casos su paso es temporal, y a varios no les queda más remedio que pedir dinero en los cruceros.
No hay condiciones para albergar a este grupo de migrantes, pero sí se han acercado al ayuntamiento de Morelia, que ha adecuado condiciones para darles atención primaria sin poder ofrecerles espacios para que se resguarden, de acuerdo a la Dirección de Centros de Asistencia del DIF Municipal.
Con base en estimaciones del Consejo Estatal de Población (Coespo), de los 47 mil 400 extranjeros que hay en el estado, por lo menos un 10 por ciento estarían en condición itinerante, por lo tanto, serían alrededor de 5 mil personas de otros países las que viven en Morelia.
La directora de la Fundación Jurídica del Migrante (Fujumi), Ángeles Luna Anguiano, señaló que muchos de ellos viajan en familia, es decir, que es un grupo que incluye a bebés, niños e incluso adultos mayores. El apoyo institucional para ellos es mínimo: la Secretaría del Migrante les brinda asesoría jurídica y el INM da seguimiento a una petición de refugio, siempre y cuando porten un documento oficial de identificación.
El DIF municipal solo los auxilia con alimento y algunos víveres, sin embargo, sus acciones están enfocadas a la población de menores en situación de calle o víctimas de violencia en sus hogares.
Vivir en la calle
Las personas en situación de calle en Morelia tienen muy pocas opciones para atenderse, pues el estado carece de instancias adecuadas para la rehabilitación del sector. En contraste, la atención que existe proviene desde la sociedad civil, como el caso del albergue Cristo Abandonado.
Ubicado al poniente de la ciudad, el albergue es en realidad un asilo, porque las 55 personas que son atendidas ahí residen de forma permanente, según refirió el director José Luis Cerda Suzawa.
“Al principio era albergue, los indigentes dormían y se iban, pero la mayoría llegaba con una enfermedad crónica y sus condiciones de aseo eran deplorables; entonces el lugar se fue convirtiendo en asilo”, revela.
Redes, detrás de pedir dinero
En Morelia la Fiscalía General del Estado (FGE) tiene ubicadas redes de familias que se dedican a explotar a menores de edad para que pidan limosnas, las cuales generalmente no son originarias de Michoacán.
En entrevista exclusiva, la fiscal Especializada en Materia de Derechos Humanos y Libertad de Expresión Janette Martínez Mondragón, indicó que de forma periódica se realizan operativos en cruceros de la ciudad para confirmar que no se utilicen a niños para pedir dinero.
“Fuimos con estas familias a apercibirlos en primera instancia, para que supieran que están incurriendo en un delito. Tenemos sus datos, sabemos que no todos son del estado, que a muchos les dijeron que aquí en Michoacán había opción de pedir dinero para vivir”, aclara.
La especialista detalló que la mendicidad obligada es una de las 11 modalidades de la trata de personas, siendo esta una de las más recurrentes. Las principales víctimas son menores de edad y mujeres.
Ireisa: “antes era un hombre de billetes”
Ireisa deambula por el centro de Morelia, donde suele acostarse y tomar asiento en la calzada de San Diego o las escalinatas del Templo de las Monjas. Es un hombre que se dice originario de esta ciudad; entre la ironía y la desconexión, dice que anteriormente su vida era buena, poderosa, “de billetes”, pero también fracasada. “Me dedicaba al éxito”, asegura.
Con todo y su conducta errática, Ireisa es pacífico, aunque hay otros casos menos afortunados.
De acuerdo con datos del DIF Morelia, las personas en situación de calle suelen estar en el crucero de la salida a Quiroga, calzada la Huerta, la avenida Ventura Puente y en el Centro Histórico.