Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- Las llamadas terapias de conversión, vendidas como una supuesta “cura” para la homosexualidad, son un tema pendiente para la actual Legislatura de Michoacán. Para Raúl Martínez, integrante del colectivo Michoacán es Diversidad, el tema debe ponerse sobre la mesa y ampliar la mirada en la aplicación de la ley, no solo desde el código penal, sino desde la ley de salud para quitarle a los pseudoprofesionales que las practican su cédula laboral.
Lo anterior lo expresó durante el Foro a favor del respeto a los derechos de las personas de la comunidad LGBT realizado en el Congreso local, al sugerir la necesidad que existe para que el marco normativo de esta minoría se actualice, pues ya quedaron atrás la apertura sobre las sociedades de convivencia, el matrimonio igualitario y el reconocimiento jurídico al cambio sexogenérico en el acta de nacimiento. “Hoy existen muchos pendientes, pues la ley comienza a ser inoperante”, destacó.
Tal es el caso de las terapias de conversión y la regulación de los los “anexos o centros de rehabilitación o pastorales, que es donde se ejercen las prácticas de conversión que existen disfrazadas de atención a adicciones, pero que nadie las está supervisando”.
La diversidad sexual no quiere ser instrumento electoral ni partidista, añadió, sino una comunidad a la que se le incluya en el tratamiento de sus derechos y se le reconozca e impulse.
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Por su parte, Alfonso Francisco Hernández, representante de la Secretaría de Diversidad de Morena, resaltó la importancia que tiene trabajar desde una perspectiva técnica, científica y jurídica a favor de la comunidad. Atrás deben quedar los prejuicios y preceptos religiosos con los cuales se pretende gobernar, agregó, al recordar que en México la separación de Iglesia y Estado conlleva un laiscismo que debe prevalecer, sobre todo en las terapias de conversión que se implementan en nombre de Dios.
“No es colocando banderas de colores como debe de conmemorarse el Día Internacional del Orgullo Gay, sino atendiendo las necesidades y la problemática que persiste con los grupos vulnerables, como el derecho a la salud”, expuso a su vez Juan Bosco Valle Delgado, del Colectivo Convhive, quien recriminó a los integrantes del Congreso local y federal, la falta de medicamentos para quienes contraen el VIH, ya que actualmente hay un desabasto que se arrastra desde hace más de seis meses.
La última Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) realizada en 2017 constata que la población de 18 años y más opina que se respetan poco o nada los derechos para los distintos grupos vulnerables. Un 72 por ciento de las personas trans son discriminadas, mientras que el 66 por ciento de gays y lesbianas también son estigmatizados.
Los datos arrojan un escenario que aun persiste, a decir del estudio, sobre la creencia de que la homosexualidad es una enfermedad y puede curarse, por esa razón abundan de manera clandestina diversas fundaciones, asociaciones o clínicas que ofrecen terapias que prometen curar la homosexualidad o transexualidad a través de la ingesta de medicamentos, tales como Ludomil y Dogmatil, utilizados para desórdenes psicológicos y neurológicos.
Además de las terapias de aversión consistentes en la inyección de grandes cantidades de adrenalina para que a su vez la medicina provoque miedos extremos como el rechazo a contenidos homosexuales.