Morelia, Michoacán (OEM, Infomex) “La alternativa de la pena de muerte puede ser una medida que evite que otros sigan delinquiendo, puede ser una alternativa de sanación, de salud, pero sería una alternativa que sería en el último extremo”, propuso el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, quien también consideró que este castigo debería depender “de la gravedad y de la cantidad de delitos” que haya cometido el imputado.
En rueda de prensa, para dar a conocer su mensaje de Cuaresma, el prelado realizó comentarios relativos al aumento de la violencia, específicamente en delitos como homicidios y feminicidios, señalando que son absolutamente reprobables y que como Iglesia existe preocupación.
“Los hechos violentos, los feminicidios y todas las formas de asesinatos siempre serán muy reprobables. Como iglesia, estamos manifestando nuestra preocupación a todas las formas crueles y agresivas de violencia, sobre todo contra mujeres y contra personas pequeñas, como niñas y bebés, todos estos son hechos muy reprobables, seguiremos insistiendo en que es muy reprobable que esté ocurriendo en nuestra sociedad”, expresó.
Garfias Merlos, acompañado de los rectores de la Red Juntos por Michoacán integrada por los titulares de universidades públicas y privadas que operan en la entidad, dijo además que son humanamente entendibles los deseos de venganza que pudieran tener las víctimas y sus familiares, aunque hizo un llamado a la población a aportar, con responsabilidad, lo que tengan de sí para la reconstrucción del tejido social, por lo que llamó al perdón y a la reconciliación, para encontrar la paz.
“La reacción, tiene toda la razón y el fundamento, cuando la persona está con mucha rabia, deseos de venganza, lo que más desea es que se destruya a la persona que ha sido delincuente”, reconoció.
Aceptó además la manifestación de las mujeres del próximo 9 de marzo, aunque dijo que no la promovería. “La iglesia acepta el hecho de que suceda, pero no es que lo vaya a promover”, abundó el también vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Creo que mientras se respeten los derechos de los demás, las expresiones podrán ser decididas por cada quien, el objetivo es que podamos poner atención en dignificar y reconocer el valor de la mujer y éste puede ser un medio que dé ese resultado. La iglesia acepta el hecho de que suceda, pero no es que lo vaya a promover