Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La tranquilidad reina en las instalaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH). Ya tiene un buen rato que a este lugar no acuden grandes grupos para presentar sus quejas. Los murmullos, el ir y venir en los pasillos, así como las constantes ruedas de prensa han quedado de lado.
La pandemia por Covid-19 ha obligado a que en el instituto se trabaje de manera escalonada; es decir, si en la CEDH son aproximadamente 120 trabajadores en total, ahora cada día se encuentran en las oficinas entre 15 y 20 personas.
Dicho número se va a reducir todavía más, pues con el anuncio emitido por el Gobierno del Estado respecto a la suspensión de actividades calificadas como “no esenciales”, se prevé que en la CEDH se queden unos seis trabajadores por jornada dentro de las oficinas.
Víctor Antonio Lemus Mendoza, jefe del departamento adscrito a la coordinación de orientación legal, quejas y seguimiento de la CEDH, es uno de los trabajadores que se encuentran a diario en el lugar. En su oficina, se protege con un acrílico y explica que se han estado haciendo guardias, por lo que se ha vuelto normal tener silencio en cada uno de los pasillos.
Sumado a esto, el instituto suma poco más de un año sin presidente, esto debido a que el Congreso del Estado no ha logrado un acuerdo para culminar con el proceso, realizar la votación correspondiente y designar al nuevo titular.
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No obstante, Víctor Lemus apunta que esta eventualidad no ha generado conflictos internos dentro de la estructura, por lo que el trabajo se ha mantenido de manera regular, “los tiempos de atención siguen siendo los mismos, es decir de 24 a 72 horas en el que se le da el seguimiento a una queja y lo pueden hacer de manera presencial, vía telefónica o por correo electrónico”.
Y es que si bien no se tiene la asignación de presidente, el abogado refiere que con el encargado de despacho, Uble Mejía Mora, el instituto ha podido caminar de buena forma, puesto que a final de cuentas ya se tiene un mecanismo de trabajo previamente establecido.
Covid-19 no es ajeno a las instalaciones, pues aunque desde el ingreso se aplica el protocolo de toma de temperatura corporal, dotación de gel antibacterial y uso obligatorio de cubrebocas, Víctor Lemus comparte que ya se han presentado casos de trabajadores infectados, siendo el más reciente el propio Uble Mejía Mora.
“Me parece que la decisión de que seamos menos personal los que venimos diariamente fue correcta, porque de no hacerlo así, seguramente ya se habrían presentado más casos positivos del virus”.
Respecto a las quejas que reciben, detalla que el número se ha incrementado con relación al tema de los despidos injustificados, pues como consecuencia de la crisis económica que ha golpeado al sector empresarial, algunos patrones han optado por hacer recorte de personal.
“En lo que va del presente año, simplemente llevamos dentro del terreno laboral alrededor de 30 quejas, canalizaciones y orientaciones. Cada uno de los quejosos se acerca con alguno de los tres abogados que nos encontramos en esta área y le damos una orientación íntegra de acuerdo con lo que nos solicitan”.
En el segundo lugar con más quejas sigue estando presente los presuntos abusos por parte de elementos de la Policía Municipal o Estatal, “a veces nos llegan golpeados aquí a las instalaciones y lo que nos corresponde es certificarlos y darle la atención correcta”.
Con o sin pandemia, explica que las quejas por tema de seguridad son una constante. Ahora, con la aprobación del uso obligatorio de cubrebocas, es sincero y admite que prevén que se puedan llegar a presentar casos de abuso policial por retenciones indebidas relacionadas con esta falta.
“Nosotros como comisión lo que esperamos es que los elementos policiacos hagan su tarea de la mejor manera, que no violen los derechos humanos de los ciudadanos porque a final de cuentas no sólo es el hecho de golpear a una persona, sino que se están vulnerando sus derechos”.