Pamezz, el rapero que proyecta su vida entre rimas y ritmos [Video]

Adrián Manolo Medina es un referente en las batallas del género que tienen como sede puntos como la Plaza de Armas

Víctor Ruiz | El Sol de Morelia

  · martes 18 de abril de 2023

Foto: Adid Jiménez | El Sol de Morelia

Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El Pamezz canta frente a la cámara y lo hace sin reservas: “A veces me equivoco/ pues no soy perfecto/ a veces me desconozco al mirarme al espejo/ muy pocas virtudes/ miles de defectos”. Menea las manos de arriba hacia abajo y como escenario de fondo tiene un vocho clásico color mostaza. La canción se llama Cenizas y forma parte de su primer álbum titulado Derramando Tinta y que se estrenó apenas el pasado mes de febrero.

Adrián Manolo Medina Pinette es el Pamezz, tiene 27 años y es rapero de la ciudad de Morelia, pero antes que todo es melómano, uno que va del jazz, pasa por el blues, el soul, metal, lo psicodélico y hasta el trash; todo esto termina por verse reflejado en las rimas y pistas de sus canciones.

A diferencia de otros raperos, él ha decidido matar el cliché. Es honesto y expresa que no creció en un barrio de bajos recursos entre peleas de pandillas y balas. Por ello, en sus letras simplemente busca proyectar lo que es la vida: un estado de ánimo.

“Antes tenía esta influencia de hip hop, de competencia, pero la realidad es que no soy de hablar de la calle, de repente tocó el tema, pero como no soy de barrio, tampoco me gusta meterlo en mis letras. A la hora de escribir influye mucho la manera en cómo me sienta ese día, busco hacer estructuras distintas”.

Foto: Adid Jiménez | El Sol de Morelia


Pamezz lleva expansiones en sus orejas, una gorra plana, camisa de tirantes y una barba cerrada. Es un rapero clásico. No niega que le gusta el trap y las nuevas tendencias que la industria musical va marcando, pero sigue prefiriendo el sonido clásico del bombo y la caja.

Relata que desde niño ya cargaba con la espinita de agarrar un micrófono y cantar, cuando la televisión educaba a toda una generación con raperos como Eminem, Soldados del Reyno, 50 Cent, Cartel de Santa, Akwid, entre otros.

La primera vez que el Pamezz cantó frente a un público fue en un evento organizado por la barra Locura 81 debajo del puente que se encuentra frente al estadio Morelos. Luego vinieron presentaciones en Moroleón y otros sitios, hasta que llegó la gran oportunidad de abrir el concierto del Alemán en el Palacio del Arte.

“Fue una experiencia chida, pero estaba nervioso porque había como dos mil personas y es difícil enfrentar esa parte. Agarré el micrófono y lo primero que les dije fue ´qué onda, cómo están, quiero verlos con las manos arriba´, entonces vi que respondieron y se me quitó un peso de encima”.

Si uno busca al Pamezz en la plataforma Youtube se encontrará con múltiples videos con producción profesional. Si la búsqueda de la palabra rap en Morelia se extiende a redes sociales como Facebook, se dará con páginas dedicadas a las batallas del género que tienen como sede puntos como Plaza de Armas.

Foto: Adid Jiménez | El Sol de Morelia

Para Pamezz no es una casualidad ni un accidente, dice que la escena en la ciudad va en ascenso y que sus colegas están buscando llegar a la profesionalización y con ello a las ligas mayores del rap en México.

“A mí lo que me gusta de un rapero son los beats que usa, las letras profundas que suelen alcanzar o el ingenio que utilizan en sus rimas. Pero en contraparte, no me agrada cuando son pretenciosos, que buscan usar palabras rimbombantes que no utilizan en la cotidianidad”.

El camino del Pamezz ya está iniciado y asegura que por ahí seguirá. Si el disco Derramando Tinta fue una recapitulación de temas que estaban en el cajón, para lo que resta del año le gustaría aventurarse en un nuevo trabajo con otro tipo de letras. Las musas están activas y habrá que aprovecharlas.

La historia del rap está envuelta en la controversia por las cosas que decía, de alguna manera por lo retadoras que resultaban las palabras. Para Pamezz las cosas en la actualidad no son tan distintas. Refiere que lo que le llama de este género, a diferencia de otros, es el espíritu y la esencia de poder decir lo que se quiera. “Ahora cada vez es más pelado hacerlo, porque lo que tú digas puede ser mal interpretado y te pueden cancelar”. Pero añade que de eso va esta música: de hablar de las cosas aunque a mucha gente no le guste.