Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Familiares y pacientes de la clínica de hemodiálisis Plenitud, que actualmente tiene un contrato con el Instituto Mexicano del Seguro Social para atender a personas con problemas renales, denunciaron la muerte de una mujer por negligencia médica, hecho que ocurrió el pasado martes.
Con pancartas que denunciaban condiciones insalubres en el mencionado sitio, ubicado en el bulevar García de León 1181, colonia Nueva Chapultepec, los manifestantes se apostaron en las oficinas del IMSS de la avenida Madero poniente, donde exigieron ser recibidos por la delegada María Luisa Rodea Pimentel, pues llevan al menos un mes evidenciando las pésimas condiciones con que opera la clínica subrogada, donde aseguran, no hay cuidados mínimos para dializar a los pacientes, abundan distintas fuentes de contaminación e incluso el personal médico y de enfermería no está capacitado para su labor.
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Aunque al inicio de la protesta protagonizada por unas 30 personas se les pretendió negar el diálogo, minutos más tarde lograron ser recibidos por funcionarios estatales, que tras 30 minutos se comprometieron a que el Seguro Social enviará supervisores a esa y otras clínicas subrogadas para verificar el buen funcionamiento y atención para los pacientes, tareas para las que pedirán el apoyo del Consejo Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris).
Asimismo, se prometió gestionar ante las oficinas centrales del instituto la compra de 30 máquinas de hemodiálisis que se instalarán en el Hospital General 83, ubicado en la avenida Camelinas de Morelia, los cuales tendrán que estar instalados para la primera quincena de mayo.
Esta no es la primera vez que los familiares y los mismos pacientes hacen públicas las irregularidades en la clínica Plenitud. A inicios de marzo de este año también salieron a las calles para manifestar su temor porque sus enfermedades agravaran, recurriendo a instancias como la misma Coepris, el Congreso del Estado y la Fiscalía General del Estado, pero en 30 días no ha ocurrido nada, lamentaron.
En entrevista para este medio, María Isabel Castro, hermana de una paciente, aseguró que en la clínica de García de León hay deficiencias en casi todos los sentidos: “no los pesan bien, los acomodan mal en las camas, hay basura por todos lados y los enfermeros no son profesionales, algunos de ellos llegan a hacer su trabajo por primera vez”. Su exigencia, al igual que el resto de quienes se reunieron en el IMSS de Madero, es que se les cambie inmediatamente de clínica, pues no quieren estar ni un día más por el temor a que se agraven sus malestares o pierdan la vida.
Según su testimonio, la mujer que perdió la vida tenía 26 años de edad y aunque contaba con una cita programada el martes a las 10:00 horas, la atendieron hasta las siete de la noche, tiempo en el cual sufrió de vómitos y mareos hasta que no pudo resistir más. Ese caso detonó la protesta de los familiares, quienes afirman que en el último año han muerto otras tres personas por casos similares relacionados con la negligencia médica.
Otra familiar que se sumó al grupo dijo que en la clínica los filtros que deben ser de un solo uso se reciclan, mientras que los guantes utilizados por el personal tampoco se desechan y suelen romperse por su pobre calidad.
Con antecedentes en otros estados
El Centro Coahuilense de Hemodiálisis Plenitud, contratado por el IMSS para ofrecer servicios externos a pacientes renales en Michoacán, ya cuenta con antecedentes de negligencia hospitalaria. Así como ocurre en Morelia, en 2017 más de 30 pacientes denunciaron las malas condiciones operativas en la ciudad de Saltillo, Coahuila, lo que derivó en la suspensión por parte de la delegación del IMSS en aquel estado.
Pese a ello, la empresa se las arregló para seguir operando y tres años después otra vez sufrió una suspensión, ahora por parte de la Secretaría de Salud de Coahuila, a través de la Jurisdicción Sanitaria Número 8.
El referido negocio médico es también un intermediario, ya que tiene contratadas a dos clínicas en Morelia, una en Uruapan y otra en Ciudad Hidalgo, encargadas de atender a pacientes con insuficiencia renal. En lo que se refiera a las instalaciones en la capital del estado, los familiares aseguran que apenas tiene 35 máquinas de hemodiálisis, pero atiende a casi 300 enfermos, por lo que resulta insuficiente.
