En redes sociales se emitió una convocatoria atípica para que ayer viernes los morelianos acudieran a mejorar el ambiente en una gasolinera de Morelia al son de la canción “Payaso de rodeo”, pero el proyecto topó con diversos obstáculos.
En un primer momento, el grupo de jóvenes interesados en contribuir a acabar con el desabasto acudió a la gasolinera Poza Rica, donde a claras luces no había respuestas, pues no se encontraba ninguna persona presente para que se llevara a cabo el evento.
La encargada del establecimiento comentó que el evento era falso, a pesar de la difusión que se le dio en medios televisivos y radiofónicos locales, y que aunque llegaran no permitirían que se instalaran porque no era el lugar para realizar un baile.
Posteriormente, en el chat del evento en Facebook se comentó con sarcasmo que “debido a la gran afluencia de gente se moverían a otra estación con el sonido”, y pese a que la camioneta del sonido llegó 30 minutos tarde.
Por falta de previsión y de acuerdos con los propietarios del establecimiento, cuando se disponían a instalarse el gerente de la gasolinera se los impidió alegando que no se podía montar dicho evento en una gasolinera, y que los vecinos podrían quejarse y arribarían las patrullas a desalojarlos.
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Los jóvenes que conformaban el sonido, con actitud positiva y ganas de divertirse accedieron a moverse de gasolinera para llevar a los ciudadanos un rato de diversión al ritmo de “Payaso de rodeo”. El nuevo sitio fue la gasolinera de Mil Cumbres en el Libramiento, ya que ahí estaban despachando el combustible y la fila prometía que todos pondrían el ambiente para bailar.
Sin embargo, al llegar a la estación las personas estaban atentas a ser despachadas, y aunque el ambiente musical de “La chona” les ayudó a despejarse de la situación, no dejaban la fila para bailar.
Los consumidores compartieron con molestia que los despachadores no accedían a venderles el combustible en sus garrafas, con la razón de que por seguridad Protección Civil les había dado la indicación de no despachar en ese tipo de contenedores.
Los automovilistas comentaron que llevaban hasta tres horas haciendo fila para comprar gasolina y que la numeración les había servido para que no existiera el desorden; algunos motociclistas preferían llevar a empujones su vehículo puesto que solamente tenían la reserva de combustible.
La música seguía pero los ciudadanos no tenían interés en bailar, sino en ser despachados, los “de a pie”, entre enojo y decepción, tuvieron que retirarse ya que quienes tenían garrafas no serían atendidos en la gasolinera, a menos que llevaran su automóvil. (M)