Morelia, Mich. (OEM INFOMEX).- En la industria de la construcción preocupa la imagen que persiste en el exterior sobre el gremio. Somos empresas formales, con mecanismo para garantizar la honestidad de los constructores y la calidad de las obras.
Durante la clausura de la Maestría de Administración de la Construcción, Jesús Antonio Mazier Contreras, presidente de la CMIC Michoacán, expresó: "queremos que no haya trampas, es un sector que se ha visto manchado por la corrupción".
Explicó que se dispone de manuales de políticas de integridad, a través de variables se solicitan a los socios el cumplimiento de precios justos de las obras, que no quieran darlos al más bajo para no demeritar la calidad, además de cumplimiento con las obligaciones fiscales y de seguridad social.
Mazier Contreras lamentó que en las propias instituciones se tenga una mala imagen y aclaró que "no nos estamos estamos hinchando las bolsas de dinero; pega que no quieran calificar así".
“Lejos de que seas tú el que ofrece (dinero), a uno lo extorsionan. No te pagan y quieren empezar a desesperarte para que caigas en alguna debilidad y tengas que darles dinero”, señaló.
En este tema, coincidió el presidente municipal, Raúl Morón Orozco en la mala imagen en este sector, responsabilizó a quienes están en el poder de incidir en la corrupción, no los constructores, quienes se ven obligados a "hacer cosas".
El alcalde fungió como invitado y padrino de generación. En su intervención, anotó que en Morelia se trabaja para cambiar esa visión, a través de las obras.
Máster de la administración
Doce socios de la CMIC se graduaron como Máster de la Construcción, como parte de la capacitación y profesionalización que se impulsa en el Instituto Tecnológico de la Construcción.
En voz de José Luis Gil Arroyo, expresidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción y graduado, los Máster de la generación 2017-2019 se declararon listos y preparados para participar en la generación de más proyectos y obras para Morelia y Michoacán.
Resaltó que desde los inicios de la CMIC, hace 60 años, se ha preocupado por la capacitación de sus socios, con licenciaturas y maestrías. Ya son 10 generaciones que han tenido la oportunidad de acceder a estudios de posgrado.
Lo que sigue, refirió Gil Arroyo, es dar frutos; ser motivo de cambio, lograr un efecto multiplicador. Necesitamos poner en práctica la planeación, programación y control de obra, con ética, justicia, libertad, honestidad y respeto.