Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Dificultades económicas dentro del núcleo familiar, tabúes o creencias, falta de herramientas o tecnología y la pandemia por Covid-19, mantienen al margen de la sociedad a los niños con autismo en Michoacán, a pesar de los servicios de Salud o Educación que llegan a un número reducido de personas con esta condición.
“El índice de autismo en todas las regiones del mundo es alto y la falta de comprensión produce fuertes repercusiones sobre las personas, sus familias y las comunidades”, dice la Asamblea General de las Naciones Unidas, quien designó el 2 de abril como el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.
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Autismo, un puzzle genuino
Esta condición es una afección neurológica que comienza en la primera infancia, independientemente del género y la raza. Sus principales características son dificultades en la interacción social, problemas de comunicación verbal, modos de aprendizaje atípicos, además los pequeños muestran interés por ciertos temas y muchos de ellos basan su vida en rutinas.
La titular del Centro Regional del Desarrollo Infantil y Estimulación Temprana (Crediet) de Michoacán, Selena Eunice Rodríguez Pérez, dijo en entrevista exclusiva que “pareciera que están hacia dentro, en su mundo, pero si logran comunicarse”.
Asimismo, comentó que tienen comportamientos, intereses y habilidades enfocadas en algún gusto y por ende son muy selectivos. También algunos sonidos, colores o luces pueden parecerles perturbadores. Sin embargo, son muy inteligentes, desarrollan habilidades artísticas y en ocasiones matemáticas, además son perfeccionistas y honestos.
A pesar de los estudios que se han realizado en torno al autismo, al día de hoy no se sabe la causa de dicha condición, sin embargo, Rodríguez Pérez refirió que “tiene que ver con algo genético, el niño o niña nace así, no es algo que se vaya desarrollando”.
Escasa cobertura en salud
La Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) atiende a 23 pequeños a través del Crediet; su titular, Selena Eunice Rodríguez, indicó que este el único espacio en el estado, es decir, que no hay más sedes, por ende, asisten niños que viven en otros municipios.
Hasta el momento, son 15 varones y ocho mujeres que reciben integración sensorial y social, terapia del lenguaje, de motricidad fina y gruesa. Los infantes provienen de Apatzingán, Uruapan, Lázaro Cárdenas y Morelia, pero es de esta última ciudad donde más demanda se registra.
Aunque la atención en este centro es gratuita, uno de los retos a los que se enfrentan las familias de un niño autista es la falta de recursos para atender su condición. Los padres que viven en otros municipios llegan a costear 4 mil pesos en viáticos para asistir a consultas o terapias en este centro.
Más de 300 niños acuden a la escuela
El subsecretario de Educación Especial de la Secretaría de Educación del Estado (SEE), Miguel Almanza Vega, afirmó que en este nivel están inscritos 312 alumnos; uno en inicial; 33 en preescolar; 42 en secundaria; 36 en formación laboral, además dos niños que reciben apoyo complementario y 224 en los Centros de Atención Múltiple (CAM).
Los municipios donde se concentran el mayor número de estos espacios son Morelia, Zamora y Uruapan, pero, el funcionario aseguró que se tiene presencia en casi todas las 113 demarcaciones, “donde los papás están más abierto a la condición de sus hijos para llevarlos a un centro educativo”.
En las comunidades aún hay ciertas cuestiones de idiosincracia, creencias o pena sobre los niños con autismo y por ende no los exponen a la sociedad. Agregó que al vivir en zonas marginadas carecen de médicos o especialistas para que ser diagnosticados o atendidos.
Al asistir a los servicios de la SEE los niños desarrollan habilidades de comunicación, sociales, cognitivas y físicas, sin embargo, se han detectado varias necesidades como la falta de recursos materiales, didácticos, tecnología o programas.