Morelia, Michoacán (OEM-Infomex). - Si de por sí para María Dolores Corona ya es un dolor de cabeza llevar 20 años conviviendo con la diabetes y un poco menos con la hipertensión, el presentar un cuadro de neumonía le hizo probar su suerte ante el temor de tener que verse cara a cara con el Covid-19.
Todas las mañanas, sin excepción, procede a inyectarse 30 unidades de insulina glargina, además de su respectiva dosis de telmisartán para controlar la hipertensión arterial. Pero hace aproximadamente un mes, algo salió mal: la glucosa se elevó a 500 mg/dl y su familia salió corriendo al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
“Comencé a sentir muchos escalofríos, dolor de huesos y cabeza; el primer diagnóstico indicaba que todos los síntomas pertenecían al Covid-19, pero afortunadamente no fue eso, en el ISSSTE me sacaron una tomografía y me dijeron que se trataba de neumonía”.
Más allá del dolor físico y antes de que le confirmaran que se trataba de neumonía, describe que el miedo es lo que invadía su mente, le era inevitable no pensar en los muertos que presenta a diario la televisión a causa del Covid-19, “no quería ir al hospital porque creía que iba a tener el virus, que me iban a dejar ahí y que ya no iba a salir viva”.
La recuperación fue lenta y desesperante, pues el dolor de huesos no cedía y aunque había mañanas en que parecía que todo caminaba bien, al día siguiente la fiebre volvía y prácticamente diario tenía que estar recibiendo consultas a domicilio.
Te puede interesar: La hipertensión, “el asesino silencioso”
“Ya tenía el tratamiento que me dieron en el ISSSTE, inclusive un médico por fuera me proporcionó nuevos medicamentos, pero yo seguía sintiendo la evolución demasiado lenta, pero gracias a Dios ya todo pasó, aunque sí pesaron las tres semanas que estuve en cama”.
El neumólogo y presidente de la Asociación Michoacana del Tórax, Guillermo Montes, explica que la neumonía es una infección pulmonar donde se atacan bacterias, virus hongos y hasta parásitos; es decir, es la acumulación de bacterias dentro de la faríngea pulmonar.
“Las neumonías típicas son las bacterianas y las atípicas son las que son provocadas por los virus y algunos gérmenes que no son comunes que afecten al ser humano; pero hay que decirlo, una neumonía atípica es sinónimo de Covid-19 en este momento, hasta no demostrar lo contrario”.
Inclusive, refiere que antes del 2009 cualquier neumonía atípica se decía que eran bacterias que no eran comunes que atacaran al pulmón, pero tras la aparición de la influenza, se convirtió en la neumonía atípica número uno, después llega Covid-19, y ahora este virus es el puesto uno en todo el país.
Recordó que la única manera de comprobar de manera 100 por ciento segura si la neumonía atípica no es Covid-19, es con las pruebas PCR, ya que argumentó que las de sangre no funcionan para estos casos, puesto que solamente van evidenciar si se tiene o no anticuerpos.
Por otra parte, señala que si una persona tuvo neumonía y se recuperó, esto no significa que se convierta en población vulnerable ante Covid-19, “hay un sistema inmune bajo cuando se trata de diabetes, obesidad, hipertensión y tabaquismo, es cuando el virus ataca con más fuerza”.
Sobre los síntomas que se presentan en la neumonía atípica, puntualiza que los más comunes son falta de aire, tos seca, ojos rojos, rinorrea y dolor de cuerpo; para Covid-19, lo que se presenta es la insuficiencia respiratoria básicamente.
“En México la causa número uno de muerte hasta antes de Covid-19 por enfermedad respiratoria era la neumonía y en este momento, Covid-19 es la primera causa de muerte en México, pero además la primera en muerte materna también”.
Te puede interesar: De las fobias a las supersticiones; el miedo irracional que no deja vivir
De la misma forma, apunta que en el ISSSTE tienen un registro de más de mil casos de neumonía atípica por Covid-19, “y seguirán llegando, esto no tiene para cuándo, es un virus que llegó para quedarse y no hay forma hasta que haya una vacuna segura y eficaz, por lo mientras tendremos que seguir recurriendo a la única herramienta que tenemos, que es el cubrebocas”.
Ante el número de casos que se van incrementando, Guillermo Montes evidencia un problema: el déficit de neumólogos que existen en el estado y el país. Precisa que en Michoacán solamente se tienen 22 especialistas y a nivel nacional, son 0.5 por 100 mil habitantes. “Nadie se quiere especializar, no es la más taquillera y ahorita con la pandemia menos”.
María Dolores Corona celebra que ya “todo pasó”. Así, entre comillas. Y es que es honesta, comparte que con la pandemia no puede evitar sentirse deprimida por todo lo que sucede alrededor y aunque asegura que ha ido perdiendo el miedo a infectarse del virus, también es consciente de que está la posibilidad de eso que llaman “en cualquier momento te puede pasar a ti”.