MORELIA, Mich.- (OEM-Infomex).- En el municipio de Tzitzio se realiza año con año el campamento de verano titulado “Música para guachitos”, dirigido a niños que viven en los poblados conocidos como Las balconerías de Tierra Caliente, a quienes no se les cobra por asistir, aprender y preservar la música de tamborita y de arpa, así como “El baile de tabla” tradicional.
En un primer momento el campamento fue parte del antiguo Festival Cultural de la Tierra Caliente, que empezó en 2002 y consistía en actividades de música y baile en la región; sin embargo la mayoría de las personas que asistían era gente adulta, por lo que surgió la inquietud de rescatar la música y baile de tabla tradicional de la Tierra Caliente a través de las generaciones más jóvenes.
“Nos llamó la atención que no había jóvenes, ni niños, pura gente grande y al separarnos del festival cultural de la Tierra Caliente se nos ocurrió incorporar niños”, comentó en entrevista para El Sol de Morelia, David Durán Naquid, fundador de la asociación civil Música y Baile Tradicional y del Campamento, en conjunto con Jorge Amos Ayala Martínez.
Durán Naquid señaló también que su separación del anterior festival se debió a la falta de acuerdos y de compromiso por preservar la tradición musical y dancística de esta región, por lo que crearon el campamento, que en un principio fue itinerante, visitando Arteaga, Zicuirán y Lázaro Cárdenas, por mencionar algunos lugares.
A través del campamento y de la asociación, sus integrantes realizan investigación y rescate de la tradicional música y baile de Tierra Caliente, y a su vez transmitiéndosela a los guaches (niños).
De este campamento han salido diversos grupos de música, como “Los jilguerillos del huerto”, “Los eloteros” y “El sol de Tierra Caliente”, de Turicato; de Tacámbaro están los grupos llamados “El gusto por el son” y “El gusto por Serafín Ibarra”, nombres que hacen honor a los compositores; de Tiquicheo: “Los guachitos de Tiquicheo” y de Arteaga han salido muchos grupos de danzantes.
“La música tradicional hace comunidad y nosotros impulsamos la tradición para la familia. Antes había un distanciamiento entre generaciones, ahora ya lo bailan los más chicos y los jóvenes, en compañía de los abuelos”, manifestó el especialista en Educación Artística por la Escuela de Bellas Artes.
Los 15 años se celebraran el sábado 27 con un fandango y algunos fuegos artificiales armados por Erick Bryant Martínez Arteaga, un joven músico de Pedernales, que ha participado desde hace su infancia en los campamentos y cuya familia se dedica a la cohetería.
LA TRADICIÓN VIVE EN LAS BALCONERÍAS
David Durán comentó que Las balconerías de Tierra Caliente son muy importantes para la preservación de la tradición, ya que en estos cerros hay muchos músicos que esperan ser reconocidos, tal fue el caso de Juan Reynoso Portillo, Premio Nacional de las Artes en 1997, quien se dedicó a componer toda su vida y fue un gran músico de violín, pero que lamentablemente murió en el olvido.
“Tzitzio, La Huacana, parte de Tacámbaro y todo Arteaga son balconerías, ventanas hacia la Costa, donde aún hay músicos que vale la pena rescatar; de hecho en Michoacán la mayoría de los compositores la música de tambora y arpa no son de la región, sino de Las balconerias”, comentó.
Además señaló un ejemplo de músico importante para la tradición de Tierra Caliente, quien es de Las balconerías de Villa Madero, se trata de Serafín Ibarra, quien está a cargo del grupo “Los carácuaros”.
“La música se conservó gracias a Soledad Sánchez, quien se dedicó enseñar la tradición a través de su guitarra séptima, hoy conocida como bajo séptimo; enseñó a tocar el abuelo de Serafín, quien a su vez le enseñó a él, los músicos importantes de la Tierra Caliente han sido de Las balconerias”, manifestó.