Morelia, Michoacán- (OEM-Infomex).- Con el propósito de evitar más contagios de coronavirus, en el municipio se Zinapécuaro se han suspendido las peregrinaciones de hombres y mujeres a la Basílica del Tepeyac, con lo que se interrumpe un rito religioso del que son partícipes alrededor de dos mil habitantes que lo han realizado en los últimos 66 años.
Zinapécuaro es una de las 10 regiones que pertenecen a la Arquidiócesis de Morelia, misma que el 6 de junio anunció la suspensión de la marcha al Tepeyac de las mujeres de toda su congregación, a realizarse el 11 de agosto. Posteriormente, la peregrinación de los hombres programada para el 11 de octubre fue igualmente cancelada, según la información que compartieron los Peregrinos a pie de la región Zinapécuaro en sus redes sociales.
En entrevista con El Sol de Morelia, Irma Santana, tesorera de la Mesa Directiva de las Peregrinas de Jeráhuaro, población perteneciente a Zinapécuaro, nos habla de cómo afectó esta decisión a sus compañeras:
“La mayoría estuvimos de acuerdo, pero hubo otras que no, algunas se querían ir de todas formas. Yo creo que es una buena decisión no ir para protegernos, pero hay muchas hermanas que tienen mandas o es una tradición en sus casas y les afecta bastante”, comentó la tesorera
Afirma que esta peregrinación se ha hecho por muchos años y es una tradición anual, que, aunque no siempre sea consecutiva, siempre se busca volver a ir; “Yo he ido solo seis veces, pero no en años seguidos sino salteados, pero hay peregrinas que tienen bastantes años asistiendo sin parar”, aseguró Irma.
Habló con este periódico también Iván Jasso Torres, habitante de Jeráhuaro y ex peregrino, quien participó en 15 peregrinaciones a lo largo de su vida. Explicó por qué esta decisión ha dañado una parte importante de la espiritualidad de los peregrinos del municipio, ya que la mayoría acuden para aliviar cargas emocionales: “Casi todos vamos porque queremos pedirle por un familiar o ayuda en alguna necesidad que se tenga la virgen, o también para agradecerle por algún milagro o favor que nos haya hecho, también se promete el ir con la fe de que se responderá esa petición”, puntualizó Jasso Torres, quien afirma que esta marcha es un verdadero sacrificio:
Son 8 días caminando por la carretera, se duerme en el piso, se come lo que la gente de los pueblos regala a nuestro paso, se sufre de ampollas, rozamientos y otros inconvenientes, pero vale la pena llegar hasta la basílica
Asegura que aunque ya no asista a estas actividades, el hecho de que se suspendiera le causó tristeza, puesto que existen peregrinos que por ningún motivo faltan a este largo andar, sintiéndose orgullosos de ello: “Hay muchos que dicen que llevan 10 años sin cortar, que significa que son 10 años que no han faltado, y esto hace que entre los peregrinos su labor tenga más valor. Es triste saber que esta tradición sea interrumpida, porque nunca había pasado y van ya 66 peregrinaciones que se realizan, habiendo personas que han asistido a ellas desde hace 30 años”.
El municipio de Zinapécuaro se mantiene con una bandera blanca, con 37 casos positivos de Covid-19 y solo un fallecido a causa de esta enfermedad.
La pandemia ha cambiado la vida cotidiana de todo el estado, el enfrentarse a una emergencia sanitaria, obligó a la sociedad a buscar soluciones a problemas que nunca se habían planteado, así como sacrificar muchas actividades que pertenecían a nuestra cotidianidad, volviéndolas tradiciones.