Morelia, Michoacán.- Al menos la mitad de los 60 pescadores de la comunidad de San Bartolomé Coro, perteneciente a Zinapécuaro, tuvieron que migrar a otros estados por la falta de pescado, de tule y la sequía en el Lago de Cuitzeo
En entrevista con El Sol de Morelia, el presidente de la Unión de Pescadores de la localidad, Rodrigo López Aguado señaló que, ante la falta de ingresos económicos, se vieron en la necesidad de dedicarse a la agricultura y la construcción.
"De las dos uniones que hay aquí, San Bartolomé Coro y Félix Ireta, la mitad se fue por la sequía. Empezaron a buscar chambita en Morelia, Guanajuato y Querétaro. Aquí llegaban camiones para la siembra de fresa, jitomate y pepino y pues hay que buscarle", compartió.
Asimismo, indicó que por la situación, al menos tres familias pidieron asilo político en Estados Unidos. "Son sobre todo, jóvenes con dos o tres niños los que se fueron".
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El resto que se quedó, tuvo que dedicarse al corte de tule para artesanías, sin embargo, la temporada de estiaje impidió que la planta creciera en el espejo de agua, por lo que se incrementó la crisis financiera.
"La mitad salieron a buscarle a otros lados y los que nos quedamos le hemos hecho la lucha. Lo que nos sirvió para seguir adelante fue el tule; lo cortábamos pero igual se secó y ahora sí se acabó todo. No había ni pescado, ni tule, ni pato", expresó el pescador.
De acuerdo a López Aguado, durante los tres meses que dura la temporada de pesca, cada piscicultor recolecta de entre 30 a 100 kilos, aunque el siguiente reto es buscar un mercado para ofertar su producto.
"Cuando hay buen pescado se sacan de 30 hasta 100 kilos, después hay que batallar buscando un mercado. Muchos se van para el rumbo de Álvaro Obregón", manifestó.
El comunero compartió que el kilo, principalmente de tilapia, lo ofertan en otros lugares a 50 pesos, pero cuando comienza a escasear el precio se incrementa hasta los 80 pesos, "va subiendo dependiendo de las condiciones".
A estas declaraciones se sumó el director de la Comisión de Pesca de Michoacán (Compesca), Ramón Hernández Orozco, quien confirmó el desplazamiento de la población que puede trabajar hacia zonas más urbanas.
"Se desplaza la gente que está en condiciones de trabajar. Los que no hacían pesca, hacían artesanías. Desgraciadamente, el clima no dio ni para eso porque no pudieron cosechar. Hay un fuerte desplazamiento a zonas urbanas para emplearse en otra cosa", refirió.
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Esta situación también la experimentaron otras comunidades que se encuentran en la rivera de la cuenca; tal es el caso de la tenencia de Mariano Escobedo, en el municipio de Cuitzeo, donde 500 de las 800 personas que vivían ahí se trasladaron a otros sitios para sobrevivir.
