Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Hasta la mañana de este miércoles, comuneros del municipio de Aquila continúan con la toma del puente que comunica al estado de Colima como medida de protesta por la desaparición de Antonio Díaz Valencia y Ricardo Lagunes Gasca, de quienes no se tienen noticias desde la tarde del pasado domingo.
En entrevista, Keivan Valencia, hijo de Antonio, aseguró que hasta las primeras horas del día no se tiene noticia ni pista alguna sobre los activistas, pero las familias han sido informadas que ya se llevan a cabo investigaciones en campo por las fiscalías de Colima y Michoacán, además de acciones de localización por parte de las Comisiones de Búsqueda de Personas Desaparecidas, también de ambas entidades.
La última vez que familiares de Valencia tuvieron contacto con él fue el domingo a las 18:45 horas, momento en que le informó a Keivan que acababa de salir de una asamblea comunal en compañía del abogado Ricardo Lagunes. Ambos tomarían el rumbo hacia Colima y de ahí don Antonio iba a tomar un transporte hacia Morelia.
En la comunidad indígena de San Miguel Aquila hay dos grupos antagónicos; el mayoritario es integrado por unas 300 personas y lo representa Díaz Valencia, mientras que el otro no rebasa los 150 elementos. El motivo del conflicto tiene que ver con la actividad minera en la región, donde opera la empresa ítalo-argentina Ternium, concesionaria de la mina de hierro Las Encinas.
Desde 2012 los indígenas han reclamado que la minera no cumple con los compromisos adquiridos por explotar sus tierras, lo que se mantiene hasta la fecha creando un clima de tensión. “En general, en Aquila hay un panorama muy complicado, una calma tensa, en especial en la comunidad indígena los dos grupos han tenido muchos roces por la distribución de recursos a cargo de la minera, pues hay quienes solo buscan beneficios particulares”, añade Keivan, quien prefiere no dar nombres de posibles enemigos de su padre.
Por lo pronto, la toma del puente que divide a los dos estados va a continuar hasta que se localice a los activistas. Sin embargo, los comuneros sí dejan pasar a quienes justifiquen una emergencia. A la exigencia por la aparición con vida de Valencia y Lagunes se han sumado organizaciones no gubernamentales e indígenas de Ostula, pueblo donde el fin de semana fueron asesinados tres integrantes de su guardia comunitaria.