Morelia, Michoacán.- El joven Joaquín Salazar Martínez denunció públicamente el abuso policial que sufrió la noche del pasado 23 de noviembre en el municipio de Tlalpujahua, tras insultar verbalmente a los elementos municipales.
De acuerdo a su relato, Salazar Martínez caminaba con un amigo sobre la calle 5 de Mayo de la cabecera municipal, cuando se cruzó con los policías que viajaban en una patrulla y a los que les faltó al respeto diciéndoles “que eran unos gatos”.
Los elementos lo subieron al vehículo y se trasladaron a la presidencia de Tlalpujahua donde le quitaron sus pertenencias y en vez de meterlo a una celda, lo trasladaron a la oficina de los policías y ahí lo golpearon.
“Me empezaron a golpear con palos, después me empezaron a azotar con una tabla de madera recargado desde la pared y lo más cruel que hicieron fue que uno de estos policías me metió su pistola de fuego en la boca enfrente de todos ellos, riéndose”.
Posteriormente, el amigo que lo acompañaba dio parte de sucedido a los padres de Joaquín y se dirigieron a la presidencia. Posteriormente lo metieron a la celda y para poder salir, aseguró el joven, tuvieron que pagar un “soborno”.
Al siguiente día, levantó una queja vía internet ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CEDH). El 25 de noviembre acudió a un centro de salud para obtener una constancia médica pues recibió golpes en el cráneo, cara, orejas, brazos, manos, muslos y piernas.
Salazar Martínez agregó que lleva trabajando tres años en Estados Unidos, pero viaja a Tlalpujahua de donde es oriundo para dar conferencias sobre temas históricos. En esta ocasión su plan era quedarse en el pueblo durante un mes, sin embargo, regresó al país del norte para cuidarse del director de Seguridad Pública y de los policías que, asegura, lo amenazaron.
En septiembre de este año, la CEDH en Michoacán indicó que las quejas en contra de elementos de la Guardia Civil y Policía Municipal van en aumento; en 2022 recibieron 14 quejas en contra de la Guardia Civil y en este 2023 la cifra se elevó a 54. En el caso de los elementos municipales, el año pasado hubo 29 quejas y hasta el corte de ese mes llevaban 33, por uso de la fuerza y extorsión.