Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).– La escuela secundaria Lázaro Cárdenas de Tarímbaro fue testigo de la aplicación de la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19. Un patio techado con sillas dispuestas, hicieron las veces de sala de espera: decenas de personas a punto de recibir la dosis y otras tantas, en observación por media hora.
A pesar de que mucha gente comenzó a llegar antes de que clareara, a las 10 de la mañana había grandes filas en las inmediaciones del recinto y un patio abarrotado, pero en orden. Miradas espectantes entre el movimiento del personal de salud y los jóvenes de apoyo, denotaban que a pesar del miedo y las reservas, los adultos mayores de la población deseaban ponerse la vacuna. Apenas dos semanas antes de iniciado el programa en este municipio, el entonces alcalde Baltazar Gaona había muerto, presa del virus a combatir.
"Desde que empezó la vacunación yo escuché que mucha gente no se la quería poner, pero yo sí porque nos sirve para nuestra salud y ahorita me siento bien", dijo para este medio la señora Espiración Castro de 63 años. La vendedora de antojitos y ama de casa, reconoció estar agradecida –dijo– "porque están viendo por nosotros". A pregunta expresa, recordó que el año pasado "alcanzó a haber carnaval y toritos, pero ya Semana Santa no hubo y desde entonces todo está suspendido".
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Con 83 años, la señora Teodora Martínez dijo que ella misma se fue a formar para recibir la primera dosis y también aseguró estar agradecida de la llegada de las vacunas al municipio.
"En el pueblo ha habido muchos que se han ido, por eso es necesaria la vacuna que nos están poniéndo", señaló.
Por su parte, el señor Rosalío Huazano de 69 años reconoció que "de principio sí se atemoriza uno algo", pero al saber que varios de sus conocidos perdieron la batalla frente al Covid-19, no dudó en alistarse junto a su esposa para estar en la fila desde las 6 de la mañana. Aseguró sentirse bien después de recibir la vacuna.
De igual manera, don Genaro Lemus, campesino de 67 años, dijo que con apoyo de su familia se registró en internet y se fue a formar desde las 6:30 de la mañana. Aseguró no tener miedo, pues –dijo– "para eso se pone uno la vacuna". Desde que comenzó la pandemia hace sus faenas en el campo de manera normal.