Morelia, Michoacán (OEM Infomex).- Desde temprana hora ya había piezas artísticas en el escenario principal, colocadas a un lado de la pérgola, a donde se dio cita la Orquesta Vasco de Quiroga, dirigida por el maestro Juan Carlos Guerrero, quien tiene un cargo a 110 niños y adolescentes de las comunidades de Pátzcuaro, Erongarícuaro, Tzurumútaro y Tzintuntzan, con cuatro maestros en cada sede.
Sones y abajeños purépechas inundaron el centro del pueblo que poco a poco se desbordó en ánimo, sobre todo cuando comenzó el recorrido de las cuatro regiones por las calles principales, por lo que la música, danza y vestimenta tradicional se aprovecharon en su máxima expresión, con sus protagonistas lanzando confeti, pinole y cal, como lo marca la tradición.
No hubo un solo momento de tregua, ni siquiera al momento de la comida, pues para demostrar la hospitalidad de Erongarícuaro, sus vecinos ofrecieron muestras de churipo, pozole, carnitas y cerdo en chile verde, además de aguas frescas.
Te puede interesar: K'uinchekua respetará tradiciones culturales, asegura Secum
Con una hermandad absoluta y sin venta de bebidas alcohólicas, el año nuevo llegó en paz, con baile, rituales y mucha música.