NAHUATZEN, Mich.- Nahuatzen siempre ha sido de lucha, de gente participativa y de grupos, desde hace varios años se establecieron concejos ciudadanos, tanto en la cabecera municipal como en las comunidades.
Fue con base en ese movimiento que durante el proceso electoral de 2018 algunas de las casillas no fueron instaladas; ahí iniciaron los desencuentros entre las autoridades que conformarían el Ayuntamiento y los integrantes del Concejo, ya que hubo desmanes en casas de algunos de los candidatos, así como en las oficinas de la Junta Local del IEM.
El día jueves 23 de agosto se realizó la convocatoria para que la sociedad de Nahuatzen asistiera a la pérgola municipal, a que conociera al Ayuntamiento electo y los ejes rectores de su proyecto de trabajo; ese día los integrantes del Concejo reventaron la reunión, agrediendo con palos y piedras a todos.
En ese marco de violencia y agresiones, el día 28 de agosto integrantes del Instituto Electoral del Estado de Michoacán llevaron a cabo una consulta ciudadana, para que el pueblo de la cabecera municipal de Nahuatzen decidiera si quería regirse por medio de elecciones de partidos políticos o por medio de un concejo ciudadano. Fue abrumadora la mayoría que optó por los partidos políticos; en ese entonces los pobladores ya señalaban excesos y abusos de los integrantes del llamado Concejo Ciudadano.
El día 31 de agosto, el pleno de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió la validez de la elección del 1 de julio en Nahuatzen, por lo que el fallo validó a David Otlica Avilés como presidente municipal electo.
En medio de un fuerte dispositivo de seguridad, el día 1 de septiembre el nuevo Ayuntamiento, encabezado por Otlica, rindió protesta en el patio central de la Primaria Miguel Silva, ubicada en la zona Centro de la cabecera municipal, porque el Concejo mantenía bajo su poder el edificio de la Presidencia Municipal.
El 4 de noviembre de 2018, el edil señalaba que integrantes de la delincuencia organizada estaban infiltrados en el Concejo, denunció agresiones y el desvanecimiento de la Policía Municipal, a raíz de que los superaban en número y armas, dejando a Nahuatzen y su gente indefensos.
Durante ocho meses, la administración municipal anduvo a salto de mata, perseguidos por el Concejo, hubo saqueos y daños a las cosas, por lo que aún tres de los integrantes del Concejo de Nahuatzen enfrentan un proceso penal en el Cereso de Uruapan.
Durante este año, el 7 de marzo, el propio David Otlica hizo público que los concejos de Nahuatzen, Arantepacua y Comachuén no habían esclarecido la aplicación de 15 millones 447 mil 681 pesos de recursos que se les habían asignado, pero de los cuales el gobierno municipal era responsable, por lo que criticó la medida de otorgar a los concejos el recursos y no la obligación de comprobar su aplicación.
Los concejos de Arantepacua y Comachuén se acercaron con el Ayuntamiento y acordaron comprobar el gasto. No así el Concejo de Nahuatzen, que no aclaró nada, por lo que el Ayuntamiento decidió dejar de entregarle los recursos de 2019 hasta que no aclararan el uso que hicieron de los recursos públicos.
Con la finalidad de no enrarecer las cosas con el Concejo de Nahuatzen, el Ayuntamiento estableció su sede en la tenencia de San Isidro, desde donde se despachaba y atendía a la sociedad, fue ahí, en su casa, después de atender una reunión en Sevina, que sujetos armados a bordo de dos vehículos se llevaron al presidente, mismo que fue localizado horas después en un paraje del tramo carretero Cortijo Nuevo-Las Mesas, en el kilómetro 1, perteneciente a la localidad de Las Mesas, del municipio de Coeneo, aproximadamente a 20 kilómetros de distancia.