MORELIA, Mich.- Un hombre en el ocaso de su vida, se le retrató en muletas con un semblante cansado, sosteniendo una pipa en la mano y con una cámara colgando en el hombro, y de fondo se ve un paisaje árido, es el antiguo pueblo de Parangaricutiro, en Michoacán, sepultado bajo la lava del recién nacido volcán bautizado como Paricutín, un 20 de febrero de 1943, y del cual Gerardo Murillo Cornado, pintor y vulcanista cuyo pseudónimo es Dr. Atl, se enamoró.
Esta fotografía, junto con otras que muestran el nacimiento del volcán, fue tomada por Armando Salas Portugal, el primer joven fotógrafo de la Escuela Nacional de Bellas Artes, actual Academia de San Carlos, con quien el Dr. Atl se dedicó a recorrer el paisaje mexicano para plasmar en papel, ya fuera a través de la pintura o de la fotografía, lo que tanto apasionaba al Dr. Atl: los volcanes.
Y es que Gerardo Murillo, quien ya había pintado otros volcanes y picos de su país México y de Europa, cuando conoció la noticia del surgimiento de un volcán dejó todo a un lado por ir a conocer y retratar el Paricutín, y fue así que se mudó a las faldas del nuevo volcán, lo que refleja la pasión y atracción que sentía Gerardo Murillo por la belleza de los volcanes, misma que se ve reflejada en esta exposición y en su libro “Cómo nace y crece un volcán: el Paricutín, 1943”, editado en 1950.
Estos 41 bocetos y 32 fotografías, piezas que provienen del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), podrán ser vistas a partir del próximo sábado 31 de agosto hasta 6 de enero del 2020, donde estarán a lado de otras tres pinturas, dos de gran formato del Dr. Atl y una de Diego Rivera, que pertenecen a la Secretaría de Cultura de Michoacán, detalló en entrevista Sandra Aguilera Anaya, directora del Centro Cultural Clavijero (CCC).
El Dr. Atl se enamoró del Paricutín y logró crear la técnica conocida como “Atl-color” aunque con antelación también pintó al Popocatépetl y realizó investigaciones sobre los volcanes no sólo de México, sino de Europa, el jalisciense no pudo evitar sentirse atraído hacia el estado de Michoacán para poner en práctica el paisajismo que le enseñó su maestro José María Velasco, pintor paisajista muy importante del siglo XIX, del periodo porfirista y revolucionario.
Subió a los grandes picos y montes del país, pero sólo el Paricutín lo haría viajar a su tercera edad, y por fortuna estos bocetos a lápiz de uno de los 10 Artistas Patrimonio de la nación estarán aquí en la ciudad de Morelia, una de las últimas experiencia del Dr. Atl y la más retratada de su obra, lo que da un especial paisaje de Michoacán, inusual por el uso de colores contrastantes, característicos de la técnica propia.
El tema principal de esta nueva exposición es el Paricutín, a donde viajó con algarabía el reconocido Dr. Atl, filósofo, pintor, escritor, periodista y vulcanólogo, en muletas debido a la perdida de una pierna por una embolia, y en algunas otras fotografías se le ve dibujando los bocetos del nacimiento del volcán más joven del mundo.